Un pequeño nacimiento de Navidad protegido por pequeños fragmentos de muro atravesados por un obús: la última obra del artista Banksy fue desvelada el viernes en la simbólica ciudad de Belén, en la Cisjordania ocupada.
El artista callejero británico, que mantiene el más alto secreto sobre su identidad, no estuvo presente en la presentación de su trabajo, titulado “La cicatriz de Belén”.
La obra se encuentra expuesta en la entrada del hotel “Walled-Off” que Banksy abrió en 2017 en la ciudad palestina, y cuyas habitaciones dan al muro erigido por Israel.
Pequeños fragmentos de muro, en los que algunas inscripciones apelan a la paz y al amor, sirven de segundo plano a un nacimiento creado sobre una pequeña mesa con regalos a sus pies.
El impacto de obús en el muro hace pensar a una estrella sobre el conjunto de la Virgen María, San José y el Niño Jesús acompañados de una vaca y un asno.
Para el director del hotel, Wissam Salsaa, “La cicatriz de Belén” simboliza una “cicatriz de la vergüenza”.
El muro
Israel comenzó en 2002 la construcción de una barrera compuesta por partes de bloques de cemento de varios metros de alto para protegerse de las incursiones de Cisjordania, en plena ola de atentados palestinos durante la segunda Intifada (2000-2005).
Alrededor de 25,000 personas en Cisjordania se encuentran separadas del resto del territorio palestino por este muro.
Los conflictos, el muro y los territorios palestinos son desde hace mucho tiempo fuente de inspiración para Banksy, famoso por sus pinturas en espacios públicos.
Con este trabajo contribuye “a su manera” a las fiestas de Navidad que se celebran la semana próxima en la ciudad de Belén, donde, según la tradición cristiana, nació Jesús.
Banksy “trata de difundir la voz de los palestinos en el mundo a través del arte y crea un nuevo modelo de resistencia gracias a este arte”, concluye Salsaa.