Unas leonas de un parque nacional de Namibia están cazando y comiendo animales marinos. Dos manadas han estado alimentándose regularmente con focas, cormoranes, y algún flamenco descuidado. D
e hecho, se determinó que esas fuentes alimentarias componían hasta 79 por ciento de la dieta de tres leonas en estudio.
La conducta fue documentada por P.E. Stander, un científico que ha dedicado más de 35 años al estudio de los leones del desierto del Namib.
En la década de 1980, los humanos asentados en las fronteras del Parque Nacional Costa de los Esqueletos vivían en conflicto constante con la vida salvaje, ya que los leones depredaban el ganado y los agricultores tomaban represalias envenenando o disparando contra los grandes felinos.
De tal suerte, para 1990, todos los leones de ese parque nacional habían muerto.
Sin embargo, en 1997, Stander descubrió una pequeña población de leones adaptados a las condiciones híper áridas del límite oriental del desierto del Namib.
Gracias a los cambios implementados en las prácticas turísticas y de conservación, los animales empezaron a regresar al parque nacional y, llegado el año 2002, sus poblaciones se habían recuperado.
En un artículo reciente, publicado en la revista Namibian Journal of Environment, Stander escribe que los leones de Costa de los Esqueletos al fin han redescubierto las “ricas fuentes de alimentos marinos que sus predecesores utilizaron en la década de 1980”.
El investigador llevó un registro de la dieta de los grandes felinos recurriendo a diversas técnicas de rastreo. En 2006, Stander obtuvo la primera evidencia de consumo de vida marina al observar que una leona devoraba un lobo marino surafricano, especie conocida también como lobo de El Cabo.
A lo largo de la siguiente década, la conducta se repitió en nueve ocasiones. En apariencia, cada incidente fue resultado de la carroña o de la caza oportunista, más que de un ataque deliberado de los leones.
Sin embargo, la situación cambió a principios de 2017, cuando la escasez de lluvia dificultó que los leones encontraran alimento. A partir de ese momento, las dos manadas comenzaron a utilizar los recursos marinos y a cazar lobos del Cabo de manera regular.
En marzo de 2017, tres leonas jóvenes que habían perdido a su madre cuando tenían apenas un año de edad comenzaron a cazar cormoranes. “Impelidas por el hambre y la desesperación, las jóvenes leonas se abrieron camino entre las dunas y nadaron hasta una isla situada en un manantial de agua dulce, cerca de la costa”, escribió Stander.
“Una vez allí, empezaron a matar cormoranes que anidaban en la isla durante la noche. Se volvieron muy hábiles para cazar una amplia variedad de aves de los humedales, incluidos flamencos y ánades piquirrojos. Grandes cantidades de cormoranes cuelliblancos y de El Cabo les proporcionaban una dieta marina nutritiva y confiable”.
Stander agregó que las especies marinas representaban hasta 79 por ciento de la dieta de las leonas, y hasta 86 por ciento de la biomasa que consumían durante los periodos de observación.
En conclusión, escribe: “Como especie, los leones ahora figuran en la lista de mamíferos marinos, como los carnívoros costeros más grandes que depredan organismos marinos…”.
“Los leones han encontrado un recurso marino rico y confiable que puede proporcionarles una fuente de energía importante. Observaciones preliminares de que los leones investigan y buscan alimento en las zonas sugieren que son capaces de aprender a depredar otros organismos marinos como moluscos, cangrejos o tortugas de mar. Las zonas de la Costa de los Esqueletos proporcionan una fuente de energía muy rica que la población de leones del desierto podría explotar cuando disminuyen sus recursos terrestres convencionales”.
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los leones están considerados una especie vulnerable, pues el total de adultos maduros oscila entre 23,000 y 39,000 animales.
African Wildlife Foundation asegura que la población total se ha reducido 43 por ciento en los últimos 21 años, y que el conflicto humano es una de las mayores amenazas que enfrenta esta especie.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek