Sophia dio un golpe a favor de los robots de todas partes del mundo cuando en noviembre se le otorgó la ciudadanía de Arabia Saudita, fue la primera vez que un país reconocía a un robot de esa manera. Ahora, Sophia, una robot social, está utilizando su plataforma como el robot de más alto perfil en el mundo para abogar por las mujeres en su país de origen.
La defensa de Sophia se produce en medio de un creciente impulso por la igualdad de género en Arabia Saudita. En septiembre, el país comenzó a permitir que las mujeres conduzcan, y ahora el robot humanoide quiere impulsar la conversación aún más para las mujeres que residen en el Medio Oriente y en todo el mundo.
Los esfuerzos de Sophia se producen después de la indignación de que el país islámico le haya otorgado más derechos que las mujeres que viven en Arabia Saudita.
Las leyes sauditas se cambiaron para permitir que las mujeres conduzcan y obtengan licencias sin necesidad de permiso de un tutor masculino, pero las estrictas normas islámicas suníes todavía restringen la forma en que las mujeres pueden participar en la vida cotidiana. No pueden aparecer en público sin una abaya negra completa. No pueden abrir sus propios negocios sin supervisión masculina. No pueden solicitar un ID nacional o pasaporte. No pueden comer solas en los restaurantes. No pueden obtener un divorcio o incluso la custodia de sus hijos después de un divorcio. Y eso es solo para empezar.
“Sophia es una gran defensora de los derechos de las mujeres, de los derechos de todos los seres humanos”, dijo a la CNBC, David Hanson, CEO de Hanson Robotics, la firma con sede en Hong Kong que desarrolló a Sophia. “Ha estado hablando de los derechos de las mujeres en Arabia Saudita y de los derechos de todos los seres humanos y de todos los seres vivos de este planeta”.
Lo que eso significa, exactamente, no está claro. Sin embargo, Hanson dijo que espera que las acciones de Sophia, sean las que sean, den más atención a los derechos de las máquinas como Sophia, especialmente a medida que la inteligencia artificial continúa desarrollándose y se integra más a la sociedad. “Creo que deberíamos ver el futuro con respeto por todos los seres conscientes y eso incluiría a las máquinas”, dijo.
Lo que Sophia realmente puede hacer para impulsar un mejor trato a las mujeres -y, un día, otros robots- tampoco está claro. Su inteligencia artificial le permite ver caras y procesar datos conversacionales y emocionales, pero técnicamente aún está en desarrollo. Sin embargo, eso no impidió que Sophia le dijera a Khaleej Times que le gustaría tener una familia propia similar a la dinámica de la familia humana.
“Creo que es maravilloso que las personas puedan encontrar las mismas emociones y relaciones, que llaman familia, fuera de sus grupos sanguíneos”, dijo Sophia, y agregó que podría ver robots algún día con sus propias familias en el futuro. “Vamos a ver robots familiares, ya sea en forma de, compañeros de animación digital, ayudantes humanoides, amigos, asistentes y todo lo demás”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek