En vísperas de elegir un nuevo gobierno, llega al mercado Disco popular, un álbum mucho menos sombrío que el anterior, repleto de colaboraciones, pero con las mismas ganas de plasmar una parte importante de México a través de la cumbia y el baile.
FOTO: ESPECIAL
—¿Para ti qué es ser popular, Camilo?
—Yo creo que la música popular es la música de calle, la música que se oye con la gente. No necesariamente la música que suena en la radio, ni la que está más de moda.
—¿Cuándo fue la última vez que bailaste?
—Bailé antier en Argentina, cuando estaba viendo a Poncho, un grupo de música electrónica. Muy divertido, era un concierto en un festival.
—¿Cuál es el sonido que más te gusta de México?
—Creo que tengo una debilidad por los metales, las trompetas, las tubas. Suena feo, pero somos un pueblo de pitos y lo hacemos muy bien en las distintas formas de uso de los alientos. Me encantan las trompetas en los mariachis, en la cumbia, en el danzón, mambo.
—¿Y el sonido que menos te gusta?
—Tal vez el de los tamales oaxaqueños. ¿Quién come tantos tamales oaxaqueños en el mundo?
FOTO: ESPECIAL
—Así como con tu música, sobre todo el disco Político, ¿por qué consideras que los artistas de México tarde o temprano tocan temas de protesta?
—Tal vez si uno vive en Suecia, los principales problemas son la tristeza o los valores de la humanidad. Pero viviendo en países como México tu mayor problema es salir en contra de tu país, luchar a pesar de tu país. Es muy normal que a gente que le termina yendo bien, como Diego Luna y Gael (García Bernal), su principal problema sea la denuncia. Creo que es normal tener el altavoz entre más exitoso llegas a ser. Ese es el fin último de todos nosotros: vivir en un país increíble. Es lo que todos deseamos y creo que el arte sí cambia las cosas. Es importante no denunciarlo de una manera panfletaria, sino tratar de cambiar tu entorno.
—Desde que lanzaste Político hasta ahora, ¿has visto algún cambio en el gobierno del país?
—No, tristemente no. Creo que estamos igual en el punto de partida de donde estaba ese disco. Ojalá que cuando pase ya no sienta las ganas de cantar canciones como México, que habla de cosas que ojalá se acaben, que cuando las cante no tenga sentido.
—¿Crees que pueda haber una mejora tras las próximas elecciones?
—Siempre. Cualquier cambio en este momento va a ser bueno. Sí, espero que sí, siempre puede estar mejor. Es muy difícil que estemos peor que como estamos ahora. Sin duda ha sido el peor sexenio en la historia del país, y venimos de sexenios malos. Siempre uno puede ir más bajo, pero ojalá que cambie la cosa.
FOTO: ESPECIAL
—¿Cuándo fue la última vez que fuiste a las luchas?
—Fue en Inglaterra, fui a ver a Blue Demon Jr., que estaba luchando en el Roundhouse de Londres. Es muy divertido, la lucha les quita lo acartonado a los ingleses.
—¿Cuál fue el último disco de vinil que escuchaste?
—Todos los días, es lo primero que hago, pongo un disco todas las mañanas. Oí el disco África 70 de Fela Kuti. Canciones de ocho minutos, afropunk, improvisaciones, locura, política, sexo, drama, tiene todo ese disco.