El aire acondicionado es demasiado frío en
el cuarto, así que Mon Laferte pide que por favor lo apaguen. Tiene que cuidar
su voz para poder cantar. Su acento chileno no se ha perdido del todo, a pesar
de que ya tiene 10 años viviendo en la Ciudad de México. De vez en cuando se le
escapa un “cabrón” o un “a huevo” que parecen desentonar. Habla bajito, pero
ríe fuerte, así como cuando canta. Más recientemente lo hace para presentar su
nuevo disco, “La Trenza”, con cinco fechas en el Auditorio Nacional, del cinco
al siete de octubre.
Si su exitoso álbum anterior (“Mon Laferte,
Vol. 1”) la puso a trabajar en absoluta soledad, con “La Trenza” tuvo mucha más
compañía, al punto de incluir duetos con Juanes y Enrique Bunbury. Fue un punto
intermedio, asegura a Newsweek en Español, entre tener el control de sus
canciones y dejar que otros las ayudaran a salir al mundo.
¿Cómo
te cambió México?
“Uy, en muchas cosas. Ya estoy cumpliendo
10 años en México. Me tocó toda esta parte adulta, de empezar a conocerse más.
Llegué a vivir aquí a los 24 años, entonces creo que de los 24 a los 34 es una
edad importante en la vida de una persona. Mucho de mi personalidad se fue
forjando en esta ciudad, que es un caos además. Artísticamente, a pesar de
llevar muchos años en la música, cantando desde pequeñita, nunca había
comenzado un proyecto de mi propia música. Las canciones que escribía cuando
estaba más joven las guardaba, me daba mucha vergüenza, sentía que era muy
mala. Aquí empecé poco a poco a agarrar confianza. Dije, ‘bueno, entre tanta
gente, si lanzo un disco no pasa nada, hay mucha oferta’. Y poquito a poco como
que me fui soltando”.
¿A
qué artista mexicano admiras?
“Siempre he admirado mucho a Juan Gabriel.
Ya no está con nosotros, pero siempre ha sido uno de mis máximos referentes. De
bandas siempre fui muy fan de Café Tacvba, me tocó en mi etapa adolescente. Hoy
hay un montón de bandas que me gustan que están haciendo cosas interesantes,
entre ellos mi compa el Caloncho, que acaba de lanzar disco también”.
¿Cómo
te afectó la muerte de Juan Gabriel?
“Fue terrible. Además yo justo iba a grabar
con Juan Gabriel este disco de ‘duetos tres’. Bueno, primero yo soy súper
llorona y cuando mueren artistas que admiro, lloro un montón. Con Juan Gabriel
sentí como si lo hubiera conocido más que con cualquier otro artista, sentía
como que lo conocía mucho, de toda la vida. Creo que al final uno termina
conociendo a los artistas a través de sus canciones. Entonces me dolió de
manera particular más. Por otro lado, esta esto de que yo recibí un correo de
Juan Gabriel (con) el arreglo y lo iba a ir a conocer para cantar juntos (el
tema ‘He Venido a Pedirte Perdón’) y una semana después murió. Entonces me
llegó más, nunca lo conocí”.
¿Algún
homenaje que le vayas a hacer?
“He cantado muchas veces a Juan Gabriel. Si
algún día hago un homenaje tiene que ser algo muy cabrón, que valga la pena.
Pero ahora no, me da mucha tristeza. Pero he cantado, de hecho la primera vez
que yo canté y me pagaron, canté ‘Hasta Que Te Conocí’”.
¿Cuáles
fueron tus últimas vacaciones en Chile?
“No sé, tiene como tres años que no voy a
Chile. La última vez que fui a vacacionar yo creo que fue hace tres o cuatro
años, estuve en la casa de mi mamá, con mi sobrino y ya. Cocinando con mi mamá,
soy muy tranquila en verdad”.
¿Cómo
fue tu etapa con el grupo de metal Mystica Girls y cómo afectó tu carrera
solista?
“Era súper divertido tocar con las chicas,
tengo buenos recuerdos. Fue mucho aprendizaje. Primero, la experiencia de estar
en una banda de puras mujeres es bien diferente. Siempre he estado rodeada de
muchos hombres y las decisiones se toman de manera diferente. Igual había
muchos prejuicios en el ambiente metalero. Siempre había una responsabilidad de
salir a demostrar y eso es súper pesado, agotador. Pero eso te va forjando una
personalidad, creo que hoy me ayuda mucho al momento de enfrentar festivales.
Hoy nos está tocando casi siempre estar ya al final o cerrar escenario y en este
género que hago yo, no sé si rock-pop, también hay muchos prejuicios, de pronto
no les gusta a todos que una mujer cierre un escenario. Entonces también me
sirvió mucho la experiencia de estar en el metal para decir ‘no pasa nada, yo
toqué para metaleros’ (risas)”.
¿Escuchas
metal? ¿Qué tienes en tu playlist de Spotify?
“Sí. Tengo unas listas en Spotify que me
hago y tengo una. La pongo así a todo volumen, me gusta hacer la limpieza, por
ejemplo, me encanta ponerme a ordenar la casa a fondo y pongo Arch Enemy, tengo
‘Cowboys From Hell’ de Pantera, esa es de mis favoritas. Tengo Slayer,
Sepultura, Mayhem, Cannibal Corpse también me gusta un chingo”.
¿Te
parece que la industria musical está dominada por hombres?
“Siempre ha sido así yo creo, más marcada por
hombres, pero no por falta de talento femenino. Igual ha ido cambiando, pero sí
a las mujeres nos ha tocado lucharle más en esto de la música. Hay muchos
prejuicios, mucho más que con los hombres. Yo hacía un ejercicio en todos los
festivales en que he tocado, veía cuántas mujeres están en el cartel y es súper
poquito. No llegamos ni a la mitad, ni un tercio. Entonces me pongo a ver la
escena local y veo que hay un montón de bandas de mujeres, solistas, bien
variado. Me pregunto por qué no hay más presencia. No sé qué será, no soy
empresaria de la música. Hay muchos que les puede molestar que yo cierre
escenarios en festivales, a mí me encanta y me encanta que se enojen también”.
¿Qué
opinas de la discusión actual que genera el feminismo?
“Está bien que la gente opine, me parece
bien. Ahora, creo que hay un mal entendimiento acerca del feminismo, a rasgos
generales. La gente piensa que el feminismo es odiar a los hombres y creer que
los hombres son unos idiotas y no es así. Creo que no tienes que ser mujer para
ser feminista, al igual que no tienes que ser gay para apoyar una marcha. Hay
que entender eso, ser feminista es pedir una igualdad de derechos. También me
parece muy injusto para los hombres vivir en un mundo machista, donde los
hombres no pueden llorar, algo tan fácil como mostrar sus sentimientos, o
querer arreglarse, usar una crema, o tener que ser a huevo el que tiene que
llevar el sustento a la casa, me parece arcaico. Creo que un hombre puede
decidir quedarse en el hogar, cuidar a sus hijos y su mujer que salga, me parce
injusto también el sistema machista para los hombres”.
¿Y a
la comunidad homosexual, cómo ves que la trata México o el mundo últimamente?
“Por ejemplo, en comparación, creo que
Chile está mucho más atrás. Aquí, en la Ciudad de México por lo menos, existe
el matrimonio. En Chile están a años luz, lejísimos de alcanzar algo así.
México va avanzando, lento pero va avanzando. Me gustaría que en Chile y en el
mundo entero no fuera un tema. Hay que seguir aportando mensajes de apoyo y en
algún momento va a cambiar”.
México
se considera un país particularmente machista. ¿No tuviste que afrontar ese
machismo cuando llegaste al país?
“Latinoamérica es muy machista. Yo creo que
el mundo. Pero me acuerdo de un caso particular que me traumó mucho, justo
llegando a México. Estaba en el supermercado, iba con mi carrito y entonces
agarro un arroz de estos instantáneos. Justo una señora iba con su esposo y
agarra el arroz instantáneo y el marido le dice: ‘pinche huevona, eres una
pinche huevona, agarra del otro arroz es más barato’. Bueno no me salió el
acento del señor, pero le dijo ‘pinche huevona’. Me traumé. ‘¿Y por qué no lo
cocina usted, señor?’, me dieron ganas de decirle (risas). Igual creo que está
cambiando poco a poco”.
¿Cuándo
fue la última vez que escribiste de un tema demasiado personal en una canción?
“Al final todo es personal. Aunque te
cuente una historia alguien, lo haces tuyo. Por más que la inspiración esté
afuera, lo ves, lo respiras, lo percibes, igual al final todo viene de aquí
adentro. La última canción que yo escribí (‘Antes de Ti’), que de hecho le
tengo mucho cariño y no ha salido, la escribí estando de gira en Chile. Fue una
locura, porque a mí se me ocurrió, ‘quiero escribir esta canción porque la
tengo en la cabeza y la quiero tocar’. La escribí en un día, rapidísimo y el
día siguiente en la prueba de sonido para el concierto, le dije al director de
mi banda ‘hay que montarla’. La tocamos en vivo en Chile en el Teatro
Caupolicán. Quedó grabada, porque vamos a lanzar un DVD de ese concierto. Me
gustó tanto y me emocionó tanto que la quise cantar”.