La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México (UNODC) y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) llamaron a las autoridades de Nuevo León a investigar y esclarecer la muerte de al menos 16 personas por un motín en el Centro de Reinserción Social de Cadereyta.
En un comunicado, los organismos pidieron que se realice una investigación pronta, diligente y respetuosa del debido proceso y que se ponga fin a los brotes de violencia al interior de los centros de privación de libertad en el estado, como ha sucedido en el penal del Topo Chico y el de Apodaca.
Asimismo, señalaron que “recae en las autoridades la responsabilidad de acreditar, mediante una investigación pronta, exhaustiva, independiente e imparcial, si se llevó a cabo un uso de la fuerza ajustado a la ley.
De acuerdo con autoridades de Nuevo León, 16 personas perdieron la vida por un violento motín registrado el martes y señaló que se investiga a 54 reos por estos hechos que incluyeron un secuestro de guardias e incendios.
“Hay 16 personas que perdieron la vida, en su mayoría personas que estaban siendo procesadas por delito de alto impacto” en el penal de Cadereyta, dijo en conferencia de prensa Bernardo González, fiscal de Nuevo León.
“Los cuerpos presentan diversas lesiones, no se puede determinar si (su muerte) fue por bala” sin antes tener esos resultados, dijo Aldo Fasci, vocero de Seguridad de Nuevo León.
El uso de la fuerza letal “fue para impedir que estas personas privaran de la vida a otros, estaban no en riña sino en un ataque, y eran bandos contrarios, es probable que independientemente de impactos de bala haya otras lesiones”, añadió.
Ante esto, UNODC y ONU-DH llamaron a las autoridades federales y estatales, a adoptar las medidas necesarias para garantizar la no repetición de hechos “trágicos como los ocurridos”.