Es un llamamiento contra el consumismo de la época prenavideña, una voz que
invita a no comprar nada al menos lo que dura un día. Iniciativa impulsada por
activistas y ecologistas con el objetivo de concienciar sobre el consumismo abusivo que se detona durante la
época prenavideña, que culmina en el Black Friday en Estados Unidos y otros
países, celebrado el último viernes de noviembre.
Instaurado en Vancouver, Canadá, por el artista Ted Dave, para
1997, la conmemoración –o buena intención– fue trasladada al día después de
Acción de Gracias en Estados Unidos y Canadá, igual que el Black Friday, en un
afán por combatir el consumismo desmedido de este día; sin embargo, en otros
países se celebra el último sábado de noviembre.
¿Y de qué se trata? Precisamente de no consumir, de no comprar nada
durante 24 horas. Que este día coincida con el famoso Black Friday,
enfrenta a algunas personas en una discusión entre lo significativo del Día de
Acción de Gracias contrastado lo que sucede al día siguiente en todas las
tiendas de Estados Unidos, y de ahí la ‘necesidad’ de irse al extremo de no comprar
nada.
La organización Ecologistas en acción, en su sitio web, invita a sumarse
a “una jornada mundial de no consumir con la finalidad de
denunciar el actual modelo de producción y consumo y promover formas de consumo
alternativo”.
Agrega que el Día mundial sin compras
promueve desde sus orígenes “la visibilización de los impactos de la sociedad
de consumo a través de la cultura de despilfarro, el endeudamiento y la
insatisfacción crónica”. Esta fecha aplica sólo en países desarrollados, y el
hecho no requiere explicación.