El presidente de Estados Unidos Barack Obama inicia este miércoles una visita a Argentina, con la que busca abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales, marcadas en la última década por roces con los gobiernos de centroizquierda de los Kirchner.
La visita de Obama a la tercera economía latinoamericana marca el apoyo de Washington a los cambios que impulsa el gobierno liberal de Mauricio Macri, junto a quien rendirá el jueves un esperado homenaje a las víctimas de la dictadura (1976-83), en coincidencia con el 40 aniversario del golpe de Estado.
El mandatario estadounidense llegó junto a su esposa Michelle, sus hijas, Sasha y Malia, y su suegra al aeropuerto internacional de Ezeiza la madrugada de este miércoles, y fueron recibidos por la canciller Susana Malcorra.
Tras alojarse en el lujoso Palacio Bosch Alvear, residencia del embajador estadounidense, Buenos Aires despertó con cortes de rutas por las medidas de seguridad reforzadas tras los ataques de Bélgica.
“Creo que Argentina es un buen ejemplo de un cambio que ha ocurrido en cuanto a las relaciones de Estados Unidos con otros gobiernos y otros países en general”, dijo Obama a la cadena CNN en español hace una semana.
Tras elogiar a Macri como “un presidente que reconoce que estamos en esta era” y que “mira hacia adelante”, apuntó que aunque tuvo una relación cordial con Kirchner durante eventos del G-20, “sus políticas de gobierno eran siempre antinorteamericanas”.
“Creo que ella recurría a una retórica que data probablemente de los años 60 y 70, y no a la actualidad”, dijo el mandatario.
Polémica fecha
Después de 11 años, ésta es la primera visita de un presidente estadounidense a Argentina tras el portazo que recibió George W. Bush en 2005 durante la Cumbre de las Américas.
En esta cumbre naufragó el Tratado de Libre Comercio (ALCA) que impulsaba Washington y al que no cedieron el entonces anfitrión Néstor Kirchner ni el venezolano Hugo Chávez, ambos fallecidos en 2010 y 2013, respectivamente.
Ahora una polémica giró en torno a la fecha de visita, puesto que el 24 de marzo los argentinos conmemoran con multitudinarias marchas los 40 años del golpe militar que inició un sangriento régimen, apoyado en su momento por Estados Unidos.
Organismos de derechos humanos creen que los archivos puedan develar claves sobre el destino de miles de desaparecidos, incluso de bebés robados.
Antes de arribar, el gobierno de Obama limó asperezas al anunciar la próxima desclasificación de archivos militares y de inteligencia relacionados con este oscuro capítulo de la historia argentina, lo que fue recibido como un gesto positivo.
Sensible coincidencia
Jensen dijo que así como está probada la acción de Estados Unidos en el golpe, también fue crucial que el entonces presidente Jimmy Carter en 1979 lograra que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tomara testimonio en Argentina a familiares de secuestrados.
Madres y Abuelas de Plaza de Mayo no descartan que los documentos ayuden a hallar más casos de bebés robados. Hasta ahora hallaron a 119 nietos.
El Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, dijo de su lado que “sería bueno un reconocimiento público del intervencionismo de EE. UU”.
“Fuera buitres, fuera Obama”
En tanto, centenares de organizaciones humanitarias, sindicales y sociales marcharán el jueves para repetir el ‘nunca más’ a una dictadura y contra el acuerdo de pago que impulsa Macri para saldar una deuda multimillonaria con financistas conocidos como “fondos buitres’.
Obama pasará el jueves horas de descanso con su esposa Michelle, sus dos hijas y su suegra en Bariloche, villa turística 1 1 600 km al sur de Buenos Aires, donde opositores anuncian movilizaciones en medio de un paisaje de lagos y montañas.
Con información de agencias.