Tras una nevada histórica que paralizó al este de Estados Unidos, en Washington, las operaciones de limpieza se multiplican desde que el domingo finalizara la tormenta, que provocó al menos 25 muertos, pero una acumulación récord de nieve -67 cm en el Central Park neoyorquino y 56 en el aeropuerto internacional de Washington- exigirá todavía varios días de trabajo.
En la capital estadounidense, menos habituada que Nueva York a los inviernos rigurosos, las escuelas públicas y servicios administrativos permanecían cerrados para facilitar el despeje de las rutas y evitar accidentes.
“Continuamos exhortando a los habitantes, peatones y automovilistas, a no salir a las calles. Aunque las rutas estén transitables, necesitamos despejar los estacionamientos y banquinas” de las rutas, pidió la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, entrevistada por la cadena CNN.
La tormenta “Snowzilla”, que alcanzó magnitudes históricas, cubrió de nieve el este del país el viernes y sábado, afectando a unos 85 millones de personas, la cuarta parte de la población del país. Pero el domingo el tiempo mejoró y dio una tregua.
“Esto fue una tormenta verdaderamente histórica y a pesar de que hemos hecho grandes avances todavía no hemos terminado el trabajo”, advirtió el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quien dijo que los neoyorquinos todavía deben evitar viajes innecesarios y rogó a sus gobernados tener cuidado, planificar con anticipación y mantenerse seguros.