En
tan solo tres años, la administración del presidente Enrique Peña Nieto ha
colocado la deuda nacional en un porcentaje de 44.9 puntos en relación al PIB,
destaca este martes el diario Reforma.
El
actual gobierno ha incrementado en un 10.15% la deuda proporcional al Producto
Interno Bruto, siendo esto superior al avance registrado de la deuda en
proporción al PIB acumulada durante los sexenios de Vicente Fox y Ernesto
Zedillo, y superior también al aumento registrado durante todo el sexenio de su
antecesor, Felipe Calderón Hinojosa.
El
Sector Público Federal reconoció la deuda nacional por un monto de 8.2 billones
hasta septiembre de 2015, cifra que representa el 44.9 por ciento del PIB del
país, la cual duplica los 24.9 y 24.7 por ciento que dejaron Vicente Fox y
Ernesto Zedillo, respectivamente, y supera en diez dígitos a la de Felipe
Calderón, que fue de 34.8 por ciento.
En
relación a los ingresos del gobierno federal, la deuda también se dispara
durante los tres años de gobierno de Enrique Peña Nieto, al ser 193.3% superior
a los ingresos registrados, mientras que durante el gobierno de Calderón
representó 156.4 por ciento y con Fox de 118.4%.
“Detrás
de este crecimiento del endeudamiento público está el manejo fiscal y monetario
del país. No hay que culpar al precio del petróleo porque si el precio sube,
hay que ahorrar, pero si cae, hay que gastar menos”, opinó para el diario
Reforma, Alfredo Coutiño, quien funge como director para América Latina de
Moody’s Analytics.
“Ésa
hubiera sido la solución sana, bien apreciada por los mercados, pero no se optó
por esa medida, sino que se optó por seguir gastando y endeudando al país
gracias a que la política monetaria ha permitido tasas de interés muy
bajas” señaló Coutiño, quien enfatizó que el creciente desequilibrio
fiscal aumenta la vulnerabilidad de la economía mexicana ante contingencias
financieras internos y externos.
Por
último, el analista económico puntualiza que México gozaría de un tipo de
cambio más sólido frente al dólar si el gobierno de Peña Nieto mantuviera un
equilibrio responsable de la deuda, lo cual, aseguró,”desafortunadamente
no es así a pesar del discurso oficial”.
Con
información de Reforma.