En uso de tacones y la discriminación que han sufrido
algunas invitadas por usar zapatos bajos se ha convertido en un tema de discusión
en el glamoroso ambiente del Festival de Cine de Cannes.
Pues aunque la mayoría de las invitadas optan por llevar
zapatillas elevadas, hay quienes no lo hacen y han tenido que pasar por el
rechazo de algunos trabajadores del evento.
Tal es el caso de la productora de cine Valeria Richter, a
quien le impidieron el paso.
“No, no, esto no funciona. No puedes pasar así”,
relató Richter sobre las indicaciones del empleado.
“Ellos señalaron mi zapato y luego negaron con el dedo”,
dijo la productora a la BBC, “era obvio que el problema era mi
calzado”.
Richter, quien asistió a la premier de la película “Sea
of Trees”, de Gus Van Sant, explicó que después de que le amputaran parte
del pie izquierdo no podía mantener el equilibro con tacones.
“Obviamente no podía mostrarle mi pie, aunque hubiera
sido una situación muy incómoda para ellos porque tengo una explicación visible
(por la cual no puedo usar tacones)”.
Si bien a Richter le permitieron pasar, indicó que muchos de
sus colegas que no pueden usar tacones no pudieron entrar.
Por su parte, organizadores del festival han negado que el
uso obligatorio de tacones estuviera estipulado en la etiqueta y dijeron que “se
le recordó” al personal de seguridad que podían dejar pasar a mujeres que no
portaran zapatos de tacón.
El guionista Asif Kapadia, quien el fin de semana estrenó su
documental de Amy Winehouse en Cannes, aseguró que a su esposa la pararon en la
alfombra roja y después le dieron el acceso.
“Muy
decepcionante”, expresó.
Actores también expresaron su desacuerdo con la situación.
La actriz británica Emily Blunt, cuya película
“Sicario” debutó este martes en Cannes, calificó de
“(Es) muy decepcionante”, dijo Emily Blunt.
“Para ser honesta, todo el mundo debería utilizar
zapatos chatos (…) No deberíamos llevar tacones, sencillamente prefiero usar
mis tenis Converse”.
Uno de los comentarios más fuertes publicados en redes
sociales fue el expresado por la escritora Wendy Constance.
“En 1971, cuestioné la parte del reglamento en el que
las mujeres no podían llevar pantalones. Lo cambiaron, 40 años más tarde. Es
ridículo que todavía se espere que las mujeres se conformen”.
“A algunas mujeres les gusta llevar tacones, ¡pero a
muchas de nosotras no!” agregó.