El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, arremetió contra la iglesia católica por su “esfuerzo por detener la minería” y la acusó de guardar silencio por los crímenes cometidos por las pandillas, así como por dar “su bendición para negociar” con dichas agrupaciones.
A través de un mensaje en la red social X, y sin mencionarla de manera directa, el gobernante salió al paso este sábado a las críticas de la Iglesia sobre la minería y les increpó por la posición que adoptaron en torno a las acciones de los pandilleros durante el pasado gobierno de Mauricio Funes.
El arzobispo de San Salvador y principal jerarca de la iglesia católica salvadoreña, José Luis Escobar, pidió este viernes a los diputados de la Asamblea Legislativa que reviertan la ley de minería aprobada a finales de 2024 y que fue promovida por el presidente Nayib Bukele.
“Estamos pidiendo a la honorable Asamblea Legislativa que reconsidere la aprobación de esta Ley de Minería y reviertan lo actuado, para que tengamos la ley antigua, para que sea prohibida la minería”, detalló el religioso en una radio local.
“Cuánto esfuerzo por detener la minería, de los mayores poseedores de oro del mundo. Pero jamás se pronunciaron cuando mataban 30 salvadoreños al día. Al contrario, avalaron y dieron su “bendición” para negociar con ellos”, escribió, por su parte, el presidente en su publicación.
Cuánto esfuerzo por detener la minería, de los mayores poseedores de oro del mundo.
Pero jamás se pronunciaron cuando mataban 30 salvadoreños al día. Al contrario, avalaron y dieron su “bendición” para negociar con ellos.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 2, 2025
La Asamblea Legislativa, dominada por el oficialismo, aprobó en diciembre la Ley General de Minería Metálica y derogó la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, aprobada en marzo de 2017.
El aval de la normativa, propuesta por Bukele, se dio a pesar del rechazo de ambientalistas, organizaciones comunitarias, la Iglesia católica y universidades por el impacto en las comunidades rurales y al medio ambiente.
La oposición de la iglesia católica a que se permita la minería metálica en El Salvador es aguda y tiene una historia basada en la protección del medio ambiente, el mismo que el gobierno asegura que será protegido con una “extracción responsable” de recursos que reducirá los impactos ambientales.
Dicha práctica fue prohibida por ley en marzo de 2017 tras más de una década de lucha y un esfuerzo conjunto de organizaciones sociales, ambientales, educativas y el peso decisivo de la Iglesia católica.
“El acompañamiento de la cúpula de la Iglesia católica y el clero puso una presión social sin precedentes que facilitó y aceleró el proceso”, le aseguraba a BBC Mundo en esas fechas, Jeannette Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop) de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA).
En diciembre pasado, una encuesta del Iudop reveló que casi el 60 % de los ciudadanos considera que El Salvador no es un país para la explotación minera y que 61 % cree que esta práctica “tendría algún tipo de impacto negativo” sobre el medio ambiente.