Los rescatistas españoles se sumergieron en garajes inundados para encontrar cuerpos el lunes, un día después de que multitudes furiosas abuchearan y arrojaran barro al rey y al primer ministro luego de las devastadoras inundaciones.
El saldo asciende a 217 muertos, casi todos en la región oriental de Valencia, y España teme el descubrimiento de más cadáveres en su peor desastre de este tipo en décadas.
La agencia meteorológica nacional, AEMET, anunció el fin de la emergencia en Valencia, pero colocó parte de la región del noreste de Cataluña en alerta roja máxima por lluvias torrenciales el lunes.
Los trenes catalanes fueron suspendidos hasta nuevo aviso, anunció el ministro de Transportes, Óscar Puente, el día X, mientras que los vuelos sufrieron retrasos y desvíos en el aeropuerto de El Prat de Barcelona.
El país lidia con las consecuencias de un extraordinario estallido de ira popular dirigido contra el rey Felipe VI, la reina Letizia y el primer ministro Pedro Sánchez.
Los españoles siguen entre la impotencia y la frustración por la tragedia en Valencia.
El rey español Felipe VI y la reina Letizia se enfrentaron a una multitud enojada cuando visitaron Paiporta, la ciudad más afectada por las inundaciones que han matado a más de 200 personas.… pic.twitter.com/iSN7rmuGbK
— Newsweek El Salvador (@NWElSalvador) November 4, 2024
La Guardia Civil ha abierto una investigación por el caos en la zona cero de Paiporta que interrumpió su visita el domingo, según informó el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a la cadena pública TVE.
El presidente del Gobierno catalán, Carlos Mazón, ha acusado a “grupos marginales” de instigar la violencia, en la que el barro salpicó la cara y la ropa de los monarcas y se rompió una ventanilla del coche de Sánchez.
La organización de la visita fue “un error colectivo”, ya que grupos marginales se apropiaron de las emociones crudas para poner en peligro a los reyes, según han declarado Sánchez y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, Puente al canal de televisión La Sexta el domingo.
El incidente ha puesto de relieve el creciente enfado por la preparación y la respuesta de las autoridades ante la catástrofe.
Los expertos han cuestionado los sistemas de alerta que no alertaron a tiempo a la población y la rapidez de la respuesta.
“Nos abandonaron”
Miles de militares, policías, guardias civiles y bomberos pasaron un sexto día distribuyendo ayuda y limpiando el barro y los escombros para encontrar cadáveres.
Pero las labores de socorro sólo llegaron a algunas localidades días después del desastre y en muchos casos los voluntarios fueron los primeros en proporcionar alimentos, agua, saneamiento y equipos de limpieza.
“No hay que romantizarlo: el pueblo salvó al pueblo porque nos abandonaron”, dijo Jorge, un vecino de la localidad de Chiva, a donde los reyes cancelaron su visita el domingo.
Los aplausos deberían ser para los voluntarios, no “para los que vienen sólo a hacerse una foto y presumir”, dijo a la AFP este joven de 25 años.
Los buceadores concentraron el lunes la búsqueda de cadáveres en garajes y un aparcamiento de varias plantas de la localidad de Aldaia con capacidad para miles de vehículos.
El temporal atrapó a muchas víctimas en sus vehículos en carreteras y en espacios subterráneos como aparcamientos, túneles y garajes, donde las operaciones de rescate son especialmente difíciles.
Las autoridades locales prorrogaron dos días más las restricciones de circulación para facilitar el trabajo de los servicios de emergencia, cancelaron las clases en Valencia e instaron a los ciudadanos a trabajar desde casa.
Las tormentas procedentes del Mediterráneo son habituales durante la temporada, pero los científicos han advertido de que el cambio climático inducido por el hombre está aumentando la ferocidad, la duración y la frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos.
“Los políticos no han actuado ante el cambio climático y ahora estamos pagando las consecuencias de su inacción”, declaró a la AFP la activista medioambiental Emi, de 21 años, en Chiva.