Casi por concluir su función al
frente de la CEDHA, Jesús Eduardo Martín Jauregui lamentó que no hayan podido
concretarse las dos iniciativas de derechos humanos pendientes: el matrimonio
igualitario y el cambio sexo-genérico para las personas transgénero.
“Es
lamentable porque además hay una circunstancia que vale la pena señalar, si ya
la Constitución lo señala, si ya la Suprema Corte lo señala, no hay razón para
que el Congreso no lo regule, no lo legisle”.
De
entrada Martín Jáuregui planteó que este es un tema que habría que cuestionarle
al Congreso del Estado y de manera muy especifica al diputado Guillermo
Gutiérrez Ruiz Esparza, presidente de la Comisión Legislativa de Derechos
Humanos y actual presidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura.
Esta situación lo único que provoca es que los
particulares busquen solventar su trámite a través del amparo.
La
solicitud de aprobación de la iniciativa de uniones entre personas del mismo
sexo fue propuesta -por primera ocasión- por la entonces diputada perredista
Nora Ruvalcaba Gámez, en la LX Legislatura, bajo la figura de sociedades de
convivencia, después surgieron otras nuevas propuestas del Partido Nueva
Alianza, el PRD y Movimiento Ciudadano.
Desde
entonces a esta fecha han pasado tres cambios de representantes populares al
frente del Congreso del Estado y hasta el momento ninguna de las dos
iniciativas pendientes se han puesto a discusión.
Sobre
las quejas presentadas ante la CEDHA, la lista la siguen encabezando las
corporaciones policíacas, específicamente la Ministerial y la Municipal, por
maltrato en la aprehensión, tratos crueles, inhumanos, degradantes y tortura.
Martín
Jáuregui comentó que desde la Comisión hay una preocupación por la forma en la
que se estructuró la nueva convocatoria para conformar las corporaciones
policiacas que dejaron fuera varios requisitos indispensables.
“Creo
que es peligroso, estamos viendo que la conducta de los policías en general
deja que desear en cuanto a su preparación, pero más que en cuanto a su preparación
social, a su inteligencia emocional, a su control de ánimo que es donde hemos
encontrado que se revienta el hilo de la policía”