No querían ser una simple banda de tributo
a sí mismos, tocar sólo éxitos de antaño. Cuando el legendario grupo inglés
Orchestral Manoeuvres in the Dark (OMD) decidió volver en 2006, algunas cosas
tuvieron que cambiar. Sus fundadores, Paul Humphreys y Andy McCluskey,
recuerdan el éxito mundial que tuvieron en la década de los 80, sobre todo
gracias al tema “If You Leave”, de la película “Pretty In Pink” (1986). Hoy
nuevas generaciones lo siguen coreando, pero, como comenta Paul en entrevista
con Newsweek en Español, ellos todavía tenían algo nuevo que contar.
En 2010
sacaron “History of Modern” su primer disco en muchos años, posteriormente
“English Electric” (2013) y el próximo mes de septiembre se completa la
trilogía con “The Punishment of Luxury”.
No le temen al pasado, ni tampoco a la
abrumadora cantidad de elementos con los que pueden trabajar ahora
musicalmente. Paul y Andy están haciendo lo que más les gusta: OMD, nuevo y viejo.
Para los que recuerdan sus éxitos y para otro público. El grupo cumple 40 años
de su primera presentación en 2018 y estarán este dos de agosto en el Pepsi
Center.
FOTO: Especial
Me
parece que su nueva música mezcla elementos de su época ochentera y un sonido
mucho más moderno. ¿Cómo juntan estos dos mundos?
“Creo que Andy y yo tenemos una forma
natural de hacer las cosas, que es nuestro sello. Y creo que puedes detectar
ese sello desde el comienzo. Cuando escuchas una nueva canción de OMD, está ese
sello que de alguna manera recuerda a nuestro pasado. Es la forma en que armo
la música, es la forma en que escribo, es la forma en que Andy canta, las
letras que usa. Esa es la forma natural que suena al OMD de antes. Pero
tratamos de combinar un intento de OMD en el futuro. Usamos sonidos muy
modernos, sonidos de sintetizadores de último modelo. De alguna forma volvemos
a ser más simples, porque con toda la tecnología moderna sucede algo que Andy y
yo llamamos ‘la tiranía de la elección’, en términos de lo que tenemos a
nuestra disposición ahora. Hay tantos sonidos que te puedes perder en eso.
Dividimos la paleta de sonidos modernos en la manera en que un pintor elegiría
sus colores y luego armamos todo a la manera de OMD. Así que resulta en lo
mejor de ambos mundos, eso esperamos”.
¿Cuáles
son tus mejores recuerdos de los 80?
“Hay tantos buenos recuerdos. Creo que los
mejores son de las primeras veces que hicimos cualquier cosa. Nuestra primera
aparición en el ‘Top of the Pop’ británico. De niños veíamos ‘Top of the Pop’,
era el programa para conocer la música popular y de pronto, en 1980, nos
encontramos en él. Andy y yo nos preguntábamos ‘¿cómo carajos sucedió eso?’
También el primer hit que tuvimos en Europa, de pronto estábamos tocando en
grandes escenarios, en lugar de abrir conciertos. Nuestra primera vez en
Estados Unidos estuvo genial, nuestro primer concierto en Nueva York, en 1980,
ese fue un momento fantástico”.
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¿Cómo
ha cambiado la música desde aquellos tiempos?
“La industria ahora está irreconocible a
como era cuando comenzamos, a finales de los 70. La industria estaba en su
apogeo, hacía mucho dinero. Las discográficas eran como bancos para los
artistas en desarrollo, los firmaban y les permitían tener algunos fracasos,
les daban la oportunidad de unos álbumes que no fueran un éxito antes de dar
con el grande. Se quedaban con ellos, porque creían en ellos. Pero ahora, si
acaso una disquera te da la oportunidad, tienes sólo esa oportunidad para
triunfar. No hay desarrollo para los artistas jóvenes. Debido a la revolución
digital ya no hay tanto dinero en la industria, billones se perdieron. Ya no se
invierte en talento crudo. Los artistas jóvenes están luchando por encontrar su
camino. He conocido a muchos buenos artistas que no tienen a nadie que los
ayude”.
¿Qué
se siente ser parte de OMD todavía después de tantos años?
“El próximo año es el 40 aniversario de
nuestro primero concierto. En octubre de 1978 tocamos para Joy Division, como
Orchestral Manoeuvres in the Dark. Es bastante loco. Si el Paul y el Andy
adolescentes supieran que luego de 40 años seguirían haciendo OMD, jamás, jamás
lo hubiéramos creído. Pero creo que ahora amamos a OMD mucho más que antes,
porque ahora no tenemos que ser OMD. Hicimos dinero suficiente para poder hacer
lo que queramos, pero lo que queremos hacer es OMD. Andy y yo somos grandes
amigos, desde niños, conozco a Andy desde los siete años, tenemos esta historia
colectiva. Y simplemente es divertido estar en OMD, ya no tenemos la presión
que teníamos en los 80, cuando teníamos que cumplirle a la compañía disquera.
Durante los 80 terminamos comprometiendo nuestra música, no es que no
hiciéramos música buena en ese entonces, pero nuestros discos tenían cierto
compromiso. Ahora tenemos absoluta libertad artística para hacer lo que
queramos. Somos como niños otra vez”.
¿Cuál
fue la última discusión que tuvieron en el estudio?
“Eso fue justo al final de este (último)
disco. Andy y yo estamos de acuerdo en muchas cosas, sobre lo que discutimos
son pequeños detalles y nos reímos de eso después. Estábamos mezclando
‘Isotype’ en mi estudio en Londres y yo quería que el bajo fuera muy directo y
fuerte y Andy quería que fuera muy profundo y oscuro y tuvimos que pelar por
eso (risas). Todo un argumento por el bajo. Pero lo bueno es que cuando Andy y
yo peleamos, sabemos que hay amor entre nosotros, así que peleamos como
hermanos. Sabemos que no estamos poniendo en peligro nuestra banda al pelear.
Es un pleito de hermanos y luego te ríes al respecto”.
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¿Cuándo
fue la última vez que viste “Pretty in Pink”?
“Creo que la última vez la vi con mi hija.
Probablemente hace algunos cinco años. A mi hija le gustó mucho. Lo genial de
‘Pretty in Pink’ es que se ha vuelto una película de culto. Ha trascendido
generaciones, las generaciones más jóvenes todavía se pueden identificar con
ella como hacían en los 80, lo cual es bastante sorprendente. A través de esa
película nos hemos dado cuenta, particularmente en Estados Unidos, que mucha
gente joven nos va a ver tocar en vivo, gracias a que esa película sigue siendo
relevante. Vienen a vernos nada más para escuchar esa canción (risas)”.
Escuché
que “If You Leave” iba a ser completamente diferente y tuvieron que cambiarla.
“Habíamos escrito otra canción. Volamos a
Los Ángeles, teníamos dos días libres antes de comenzar una gira de algunos dos
meses en Estados Unidos y la idea era llevar la canción a un estudio para
mezclarla y listo. Aterrizamos en Los Ángeles y tenemos un mensaje urgente de
John Hughes, el productor (guionista), diciendo que por favor nos pusiéramos en
contacto. Lo llamamos y nos dice: ‘miren chicos, sé que ya escribieron la
canción, pero cambié todo el final de la cinta y su canción ya no funciona,
¿pueden escribir una nueva?’ ‘¡Pero, John, son dos días y nos vamos de gira por
dos meses! ¿Cómo vamos a hacer eso?’ ‘No sé preocupen, sé que acaban de
aterrizar desde Londres, pero les tengo el mejor estudio que pude conseguir en
Los Ángeles, conseguiremos un montón de equipo y veremos qué se les ocurre’.
Nos quedamos como ¿estás bromeando? Así que vamos al estudio y pasamos 12 horas
yo en el piano y Andy escribiendo la letra y salió ‘If You Leave’. Creo que la
terminamos como a las tres o cuatro de la madrugada. Hicimos un casete y lo
mandamos en bicicleta a Paramount Pictures. Dormimos un poco y por la mañana
nos marca John Hughes: ‘me encanta, vayan y termínenla’ (risas). Regresamos al
estudio y la grabamos. Al bajar del avión la canción no existía y dos días
después estaba terminada, una canción nueva. Tuvimos tanta suerte. Nueve de
cada 10 veces haces eso y la canción es mierda (risas)”.