Lo relatado por David J. Garrow sobre la vida del expresidente estadounidense Barack Obama ha dado mucho de qué hablar en los últimos días, sobre todo porque se ha dibujado una imagen del mandatario poco conocida. El libro contiene entrevistas con Sheila Miyoshi Jager, una exnovia que asegura que Obama le propuso matrimonio dos veces, y quien relata cómo el exmandatario le habría sido infiel a Michelle Obama.
Garrow escribe que Obama y Jager se conocieron a mediados de los años ochenta en Chicago, donde vivieron juntos. La pareja hablaba de casarse “todo el tiempo”, según el texto. Jager contó que durante el invierno de 1986 Obama le propuso casarse durante una visita a la familia de ella. Sin embargo, los padres de Jager se opusieron al casamiento.
Jager relató a Garrow que al cumplir un año en su relación Obama cambió y se convirtió en alguien extraordinario y muy ambicioso. “Esto sucedió en el transcurso de unos meses. Recuerdo muy bien su transformación, y recuerdo específicamente que en 1987, cuando llevábamos un año juntos, ya tenía como meta ser presidente de Estados Unidos”.
Garrow relata que aunque la posibilidad de casarse estaba sobre la mesa, el tema se vio afectado por lo que Sheila afirma que fue la cuestión de la “identidad racial” de Obama. “La ‘resolución de su identidad como persona negra estaba directamente relacionada con su decisión de hacer carrera política’ y con la cristalización de su ‘deseo y motivación de convertirse en la persona más poderosa del mundo’”, dice el texto.
La biografía incluso asegura que después de conocer a Michelle, Obama siguió viendo esporádicamente a Jager durante un año. Garrow sugiere que la elección de Michelle, una abogada tuvo motivaciones políticas. “En la vida de Barack Obama, todo, desde sus asistencias a pequeños mítines comunitarios, su ida a la Escuela de Leyes de Harvard y hasta sus decisiones de a quién amar no era acerca de vivir la vida, sino de cumplir con un destino”, afirma Garrow.