ALLÁ EN SU NATAL ITALIA, en Turín, Alice Basso canta en una banda de rock cuyas canciones ella misma escribe. Además, desde hace diez de sus 37 años trabaja en la editorial Garzanti como redactora y editora. En ese mundo librero, durante esa década, ha experimentado un cúmulo de situaciones, escenas, eventos y personajes extraños, y tal como le sucede a quien trabaja en una editorial y le gusta escribir, en un momento dado sintió la particular comezón en los dedos que la urgía cada vez más a narrar las rarezas y situaciones humorísticas que suceden en ese ambiente.
El resultado de esa urticaria literaria es El inesperado plan de la escritora sin nombre, una novela de suspense, comedia y amor, o amor, comedia y suspense, cuyo kilométrico título el padre de la escritora tuvo que escribirlo en varias ocasiones para poder memorizarlo. Traducida al español y lanzada al mercado latinoamericano recientemente por el sello editorial Planeta, Alice Basso dice sobre esta que “yo tenía muchas ganas de escribir algo que recogiera un poco la cara irónica, digamos, del ambiente editorial”.
El inesperado plan… narra las correrías de la ghostwriter Silvana Sarca. Con aire extravagante, ácido sentido del humor y odio hacia quienes reciben el reconocimiento por un trabajo que ella escribió, su destino padece un giro por demás inesperado cuando le toca mimetizarse con una célebre autora, especialista en temas de ángeles, cuyos libros se han convertido en superventas. Todo parece marchar con normalidad, Silvana ya investiga sobre el tema que debe escribir y poco a poco se adentra en el mundo de los ángeles y las divinidades. Empero, la célebre autora desaparece repentinamente y la policía sospecha que ha sido secuestrada por Silvana.
“Yo no soy una ghostwriter, una escritora fantasma, aunque la protagonista sí lo es”, aclara Alice Basso en entrevista con este medio. “Es muy chistoso porque en Italia, después de haber presentado el libro en varios lugares, surgieron periodistas y libreros convencidos de que yo soy una escritora fantasma, pero que no lo puedo revelar porque mi contrato establece que no puedo decirlo. Pero no es verdad”.
Escritor fantasma (ghostwriter) es una expresión utilizada para referirse a quien escribe libros o artículos con la firma y autorización de una persona generalmente de cierto renombre.
“Yo soy editora y redactora y también trabajo mucho con ensayos, y con estos es muy fácil volverte un poquito ghostwriter porque los ensayistas son expertos en su tema, pero no necesariamente escriben como escritores, entonces el editor tiene que reescribir un poco sus textos”.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Entonces hasta qué punto Silvana Sarca es un personaje inspirado en la biografía de Alice Basso?
—Poco, muy poco, y lo puedo decir. Primero, en el hecho de demostrar menor edad, en el trabajo eso me pasa y es algo latosísimo. Afuera está padrísimo, es increíble, pero en el trabajo que demuestres menos edad no es tan bueno. Luego, el trabajo que hacemos no es igual, pero es muy similar. Después, hacemos chistes malos, decimos bobadas, tenemos amigos adolescentes y nos cortamos el pelo nosotras mismas. Eso es todo. Nos gusta cocinar a mí y a la protagonista, pero ella no es yo: yo soy buena, ella no.
—No eres una escritora fantasma, pero en tu ámbito debes conocer a varias…
—Creo que se necesita una personalidad particular para serlo. No sé cómo funcione en el extranjero, pero en Italia es muy difícil que un escritor fantasma trabaje en muchos libros tan distintos entre sí, como en el caso de la protagonista de mi novela. Normalmente se le pide a un editor o a un periodista especializado en cierto ramo que se ocupe de un determinado libro de ese sector; quienes trabajan como escritores fantasma en forma continua, sistemáticamente, por lo general lo hacen en libros que no requieren de una especialización particular, por ejemplo, biografías, el caso típico de las biografías escritas, de los revolucionarios de la resistencia, pues obviamente no son ellos los que escriben su libro, sino que hay un ghostwriter que lo hace. En cambio, la protagonista de nuestro libro es ciencia ficción, obviamente, porque escribe de todo, hasta manuales especializados.
—Empero, el ghostwriter es una figura preponderante, basta con imaginar a un médico escribiendo como habla…
—En mi opinión sí porque es necesario que todo lo que tú quieres comunicar en un libro se comunique bien. No está dicho que si alguien tiene los contenidos también tenga la forma, y la forma es indispensable. Es decir, aunque sea solo esa la aportación del ghostwriter, como a veces sucede, ya es suficiente. Yo trabajo con muchos médicos y son incomprensibles para un público común. El año pasado trabajé con dos enfermeros muy buenos, pero para decir “intento de suicidio” decían “tentativa anticonservadora”… Eso no significa nada, así que tuvimos que trabajar mucho sobre ese tipo de expresiones. Es bonito descubrir que eres indispensable, aunque sea nada más por eso, por la forma.
El inesperado plan… es la primera obra literaria en la carrera de Alice. No obstante, en Italia ya se comercializa su segundo libro. Y el tercero ya lo escribió y entregó a la editorial, y pronto será publicado: “Es una saga —aclara la autora—. Pero en mi cabeza ya tengo la conclusión. A mí no me gustan esas sagas que se quedan abiertas para siempre. Mi saga va a terminar, me gusta que tengan cabeza y rabo, no me gusta que queden abiertas”.
Foto: Antonio Cruz/NW Noticias.
—¿Qué experiencia te dejó la escritura de tu ópera prima?
—Difícil pregunta. Aprendí que es difícil condensar. Todas las cosas que tú quisieras decir, que te gustan, que te gustaría poner en tu libro, es difícil hacerlo en una forma clara de modo que todos puedan aprovecharlo y entenderlo. Tienes que ser un poco el intérprete de ti mismo. Como editora es el trabajo que hago siempre, soy la intérprete de alguien más, y hacerlo conmigo misma fue algo interesante.
—Comedia, amor, suspense… ¿cómo debe clasificarse tu novela?
—Es difícil de clasificar, y es objeto de muchas carcajadas de muchos libreros que conozco porque no saben si ponerlo en la parte donde están los policiacos o los thrillers, porque una tercera parte de la novela es thriller. Pero después hay una pequeña parte romántica, aunque no me gusta admitirlo sí la hay, y entonces a veces lo colocan, con mi gran desagrado, en donde están las novelas románticas. Y otros lo ponen, en cambio, entre los libros de entretenimiento, casi cómicos. Pero este libro es todo esto. De hecho, me causa mucha gracia que mis agentes dicen que los europeos están muy contentos, les gusta esto, a los únicos que no les gusta clasificarlo es a los alemanes, no logran clasificarlo porque lo encuentran difícil y extraño, les molesta.
—¿Tú dónde quieres que lo pongan?
—Novedades. Narrativa genérica. Ni siquiera yo sabría dónde colocarlo.