El 7 de julio, oficiales de
policía de Dallas usaron un robot bomba para matar al supuesto perpetrador de
un tiroteo que dejó cinco oficiales del área de Dallas muertos y otros siete
heridos. Dos ciudadanos también fueron heridos en el tiroteo.
Aun cuando la policía ha usado
robots para entregar agentes químicos y pizza, parece como si el despliegue del
robot bomba la noche del jueves fuera la primera vez que oficiales de policía
estadounidenses han usado un robot para matar a alguien.
La policía aparentemente usó el
robot después de que se vinieron abajo las horas de negociación con el
sospechoso. Según el jefe de la policía de Dallas, David Brown: “No vimos más
opción que usar nuestro robot bomba y colocar un dispositivo en su extensión
para que detonara donde estaba el sospechoso”. Él continuó así: “Otras opciones
habrían expuesto a nuestros oficiales a un peligro grave”.
La muerte del supuesto tirador
en Dallas debería llevarnos a pensar cuidadosamente sobre cómo la policía usará
las nuevas tecnologías para aplicar fuerza letal. Robots como el que usó la
policía de Dallas son usados por departamentos de policía en todo EE UU como
parte de los escuadrones de bombas. Pero vale la pena tener presente que estos
robots seguirán mejorando, facilitándole a la policía su uso en situaciones
como el tiroteo en Dallas.
Otras herramientas como los
drones también tienen el potencial de usarse para matar sospechosos. En un
artículo para la McGeorge Law Review
en el que examina los drones policiales y el uso de la fuerza, Eric Brumfield
señaló que aun cuando la Ley de Modernización y Reforma de la Administración
Federal de Aviación de 2012 sí resume los requisitos para los cuerpos
policiales que deseen usar drones, no prohíbe o permite explícitamente que
estos drones estén armados. Además, aun cuando una regulación federal sí prohíbe
que los pilotos dejen caer objetos desde aeronaves, esta regulación se aplica a
las aeronaves civiles y no a las públicas.
De hecho, Dakota del Norte ha
legalizado el uso de drones armados en algunas circunstancias, y la ley de
Florida define un dron policial como uno que puede “portar una carga explosiva
letal o no letal”.
Aun cuando las nuevas y
mejoradas herramientas policiales podrían presentar preguntas tecnológicas
interesantes, no está claro que en lo tocante al uso letal de la fuerza éstas
deberían suscitar un replanteamiento radical de la ley.
Seth Stoughton, un ex oficial
de policía y profesor adjunto de leyes en la Universidad de Carolina del Sur, resumió
su parecer a The Atlantic:
Pero
aun cuando posiblemente haya debates éticos intensos sobre cuándo y cómo la
policía despliegue robots de esta manera, Stoughton dijo que él no piensa que
la decisión de Dallas sea en especial novedosa desde una perspectiva legal.
Como había una amenaza inminente a los oficiales, la decisión de usar fuerza
letal era posiblemente razonable, mientras que el arma usada era inmaterial.
“Las
circunstancias que justifican la fuerza letal justifican la fuerza letal
esencialmente en toda forma”, dijo él. “Si alguien le dispara a la policía, la
policía, hablando de forma general, va a estar autorizada para eliminar esa
amenaza mediante dispararle, apuñalarle con un cuchillo o atropellándole con un
cuchillo. Tan pronto como la fuerza letal está justificada y es apropiada, el
método para aplicarla, dudo que sea legalmente relevante”.
Sin embargo, conforme mejore la
tecnología, usar herramientas como robots para matar a sospechosos peligrosos
se hará más fácil, y no debería sorprendernos si proliferan.
Entre tales cambios deberíamos
vigilar con sumo cuidado el cómo y cuándo la policía usa dispositivos remotos,
en especial en casos que no estén tan claros como el tiroteo reciente en Dallas
parece haberlo sido.
Matthew
Feeney es un analista político del Instituto Cato.
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Publicado en colaboración con Newsweek / Published in colaboration with Newsweek