La capacidad de ordeña de la delincuencia organizada en los mil 163 kilómetros de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que existen en Hidalgo ha llegado a tal grado que sus operaciones son catalogadas como profesionales, según el personal de empresa productiva del Estado, afirmó Miguel Ángel García Conde, subsecretario de Protección Civil y Gestión de Riesgos de la entidad.
De manera satírica, los trabajadores de Pemex que intervienen en la detección de tomas clandestinas afirman que el barrenado, colocación de válvulas y manejo de mangueras es tan preciso que “cumplen con la norma”.
El funcionario estatal aseguró que en lo que va del año cerca de 125 casos de ordeña se han salido de control, terminado en derrames e incluso en explosiones.
Por las características de las tomas clandestinas, dijo, queda mostrado que los encargados de esta actividad ilícita se encuentran más capacitados: en la mayoría de los casos conocen las características de los ductos, el tipo de producto que trasladan, los diámetros, materiales de la tubería y hasta horarios en el incremento de presiones a lo largo del día.
García Conde explicó que los delincuentes saben a la perfección realizar barrenos de tal manera que eviten chispa que podría ser catastrófica en combinación con el combustible, así como trabajar de manera furtiva.
Junto a ello, añadió, los riesgos que conlleva para los ordeñadores y traficantes el manejo, trasiego, almacenamiento y camuflaje del combustible hasta su comercialización ilícita.
De acuerdo con información sobre la operación en este tipo de delitos, como parte de la ramificación de esta actividad ilegal, señaló el subsecretario, cuadrillas de la delincuencia organizada realizan las perforaciones para arrendarlas por determinado tiempo.
Además de los chupaductos, la extracción ilegal de combustible en los ductos de la empresa productiva del Estado, actividad que se ha detonado en los últimos seis años en Hidalgo, deja expuesta a la ciudadanía a múltiples riesgos.
De acuerdo con información emitida a Criterio por la empresa, durante 2010 Pemex reportó 18 tomas clandestinas; en 2011, 50; 2012, 76; 2013, 113; 2014, 170, y en el primer trimestre del 2015 registraba 46.
García Conde señaló la necesidad de que Pemex, así como invierte grandes cantidades en exploración, nuevas instalaciones y estudios, erogue recursos en tecnología de seguridad que permita conocer la baja de presiones en sus ductos y, con ello, mediante drones o personal de vigilancia, acudir de manera rápida a evitar fugas y hurto de hidrocarburo.
El funcionario consideró preocupante que un grupo de delincuentes ponga en riesgo la vida de miles de habitantes, como sucedió con una ordeña fuera de control en Tepeji del Río que obligó a las autoridades a movilizar a miles de ciudadanos, pues los grados de explosividad alcanzaron casi su totalidad.
Según Pemex, el diésel, la gasolina en sus dos presentaciones y gas son los hidrocarburos que más sustraen los huachicoleros de los ductos que conectan primordialmente la estación de ventas ubicada en Pachuca y los ramales procedentes de Poza Rica, Veracruz, a la refinería Miguel Hidalgo de Tula.