Pachuca ha hecho de la pepena un estilo de vida. Por las noches, ejércitos de desempleados toman las calles de la ciudad para recorrer colonias en las cuales se realiza la recolección nocturna de basura para tratar de recuperar plástico, cartón, periódico, artículos reciclables.
Lo encontrado, tendrá por destino alguno de los negocios separadores de basura que, con la complacencia de autoridades, operan en la ilegalidad, incluso en pleno centro de la capital del estado.
Así fue denunciado por la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), organización no gubernamental que acusó que la anarquía que impera en la separación de basura ha sido fomentada por el propio ayuntamiento, ante la incapacidad de la empresa Cambio Verde, a quien cedió el servicio de recolección y separación de basura, lo cual ha sido incapaz de brindar.
Marco Antonio Moreno Gaytán, presidente de la Sehi, detalló que, por esa incapacidad, “estamos encontrando que se ha disparado la presencia de pequeñas empresas recolectoras desechos”.
El activista estimó que al menos se han identificado 15 de estos negocios de separación de basura, que se han instalado en plena mancha urbana de Pachuca, sin ninguna regulación.
Entre las colonias donde se tiene identificado este tipo de empresas, denunció, se encuentran Santa Julia, Ampliación Santa Julia, Parque de Poblamiento, colonia Morelos, Barrio del Judío, Santa Gertrudis, camino a El Huixmi, incluso en plena calle Cuauhtémoc, a un costado del extinto parque del Charro.
Moreno Gaytán añadió que, además de representar un riesgo a la salud y hasta ambiental, al no estar reguladas, representan también fuga de ingresos para las arcas municipales.
“Es dinero que está perdiendo el ayuntamiento, ha sido un error haber concesionado la gestión de los residuos a Cambio Verde y a cualquier otra empresa, porque el ayuntamiento no ha tenido la capacidad de vislumbrar los beneficios de que fuera el mismo municipio el que continuara con esta gestión de residuos”.
Además, estimó que si fuera el municipio el que instalara su propia planta separadora de basura o de transferencia, “podrían tener hasta 20 o 25 por ciento más de ingresos. Está perdiendo este dinero y no les importa”.
“La presidencia municipal ha sido y es incompetente para atender el asunto”.
El ecologista añadió que instancias estatales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) “ni siquiera saben cuántas empresas hay y por tanto no pueden regularlas”.