*Como una generación de espíritus quebrantados describen especialistas a los jóvenes actuales y se refleja en las cifras su vulnerabilidad
*De 2010 a 2018, casi 400 menores de edad fueron asesinados en la frontera, un promedio de 50 por año, según datos de Fiscalía
Cd. Juárez.- La violencia en las calles y en los hogares de Ciudad Juárez, así como diversos factores sociales, han provocado que hoy en día, los jóvenes enfrenten conflictos más serios de lo que se esperaría a su corta edad, lo cual ya enmarca una vida adolecida y vulnerable.
“No está fácil, no hay chanza de nada, tienes que entrarle a lo que sea para salirle (avanzar), a veces ‘quebrando’ la ley, no hay de otra”, dice José, de 16 años y quien lleva varias detenciones por robo y posesión de droga.
Más a fuerza que con ganas, cuenta que su padre abandonó el hogar cuando él era chico, así que junto con sus tres hermanos, “le buscamos a la vida aquí y allá”.
Trata de encontrar las palabras para explicar que varios de sus amigos están “torcidos” (encarcelados) por cometer delitos; otros fueron asesinados.
“Le digo, para los ‘chavos’ no está fácil, a veces nos ‘apañan’ (detienen) nada más por caminar por el barrio, así está cabrón”, comenta antes de despedirse porque se le va “el ruterón” (unidad de transporte público).
Algunos andan por horas en sus patinetas, demasiado jóvenes haciendo malabares en cruceros, otros ya son padres de familia y se emplean en la maquiladora o lo que se pueda para tener un ingreso, unos más estudian pero hay un factor en común que transmiten: el desánimo.
Hablar de política no los engancha y ya ni intentan luchar por causas, pensar en cómo se mantendrán a sí mismos los agobia y prefieren fijarse metas tan inmediatas como el día a día; “está canijo, ya veremos”.
Los fastidian los niveles salariales y por lo tanto, les desencanta la idea de trabajar duro para irse abriendo camino y escalar poco a poco de nivel, como lo hicieron sus padres. El pensamiento que predominó hasta los años ochenta.
Ser asalariados no es su objetivo, por ello hay un amplio universo de jóvenes que prefieren empezar con un negocio propio, ‘los emprendedores’, pero tampoco permanecen mucho tiempo en el mercado. Un amplio número se deslumbra por el fantasioso mundo de dinero y poder que refleja el narcotráfico, y caen en sus redes.
Problemática que se refleja en las cifras de instancias oficiales. Cada vez más jóvenes se involucran en crímenes, robos violentos o posesión de armas así como venta de estupefacientes.
Durante 2018, se abrieron alrededor de 900 procesos en contra de menores de edad, arrojan datos del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado de Chihuahua; en su mayoría, por delitos contra la salud, robo en diferentes modalidades y violencia familiar.
Además, el Fideicomiso del Fondo de Atención a Niñas y Niños Víctimas de la Violencia (FANVI) apoyó a 10 mil 685 menores en la entidad, desde su creación en el 2011, de los cuales 3 mil 524 son huérfanos de mil 755 familias que viven en Ciudad Juárez.
El respaldo para infantes que perdieron a su padre, madre o a ambos en un asesinato, desaparición forzada o secuestro, generó una inversión de más de 165 millones de pesos en ese lapso, informó personal de FANVI.
Se trata de un fondo complementario para la atención a personas en situación de víctimas, que brinda apoyo con becas escolares hasta nivel universitario, además de dotación de uniformes, calzado y de seguridad social.
No obstante, son presupuestos que siempre serán insuficientes para todas las necesidades básicas y complementarias de un menor de edad, cuyo crecimiento ya va estigmatizado, pues en no pocas ocasiones presencian los ataques contra sus padres y es algo nada fácil de superar, subrayan especialistas.
A ello se atribuye que vaya en aumento, el universo de adolescentes involucrados en homicidios, ya sea como víctimas o victimarios.
REPORTAJE COMPLETO EN REVISTA #6 DE NEWSWEEK CHIHUAHUA