El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro deberá usar un brazalete electrónico, según lo ordenó este viernes 18 de julio un juez de la Corte Suprema de Justicia, quien lo acusó de incitar actos hostiles contra Brasil junto con su hijo Eduardo.
Procesado por un supuesto intento de golpe de Estado en 2022 contra el actual mandatario de Brasil, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, Bolsonaro denunció al salir de las oficinas de la Secretaría de Justicia del distrito de Brasilia que esta medida es una “humillación suprema”.
La decisión fue publicada por el juez Alexandre de Moraes, que lleva adelante el proceso contra el expresidente de extrema derecha (quien gobernó entre 2019-2022). Este nuevo suceso en el caso de Bolsonaro se produce en un momento de crisis diplomática entre Brasil y Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a Brasil con imponer aranceles del 50 por ciento a sus productos a partir de agosto por lo que llamó una “caza de brujas” contra Bolsonaro. Lula calificó esta medida como “chantaje inaceptable”.
Además del dispositivo para controlar su ubicación, Bolsonaro deberá permanecer en su domicilio de lunes a viernes entre las 19:00 y las 6:00 horas, así como todos los fines de semana y días festivos completos, dictaminó Moraes.
Tampoco se le permitirá “estar en contacto con embajadores o autoridades extranjeras”. El expresidente considera su proceso una “persecución política”. La sentencia del caso se conocerá en las próximas semanas y si es declarado culpable, se enfrenta a más de 40 años de prisión.
“NUNCA EXISTIÓ INTENTO DE GOLPE DE ESTADO”
En contexto, aunque insistió este martes en que “nunca existió intento de golpe en Brasil”, Bolsonaro reconoció en su interrogatorio ante la Corte haber considerado “un dispositivo constitucional” para impedir la asunción de Lula.
Pero la fiscalía sostuvo que el expresidente “instrumentalizó el aparato estatal y operó deliberadamente un plan persistente para atacar las instituciones públicas y el proceso de sucesión”.
El plan fracasó por falta de apoyo de los comandantes de las fuerzas armadas, según la acusación. El general Marco Antonio Freire Gomes, excomandante del ejército, afirmó durante el juicio que Bolsonaro propuso declarar un “estado de defensa o de sitio” para refutar el resultado electoral y llamar a nuevos comicios.
Bolsonaro se mantiene como principal figura de la derecha en Brasil e insiste en ser candidato en las presidenciales de 2026, pese a estar inhabilitado por la justicia electoral por haber cuestionado sin pruebas la fiabilidad del sistema de votación. N
(Con información de agencias)