Un grupo de investigadores logró cultivar en laboratorio el trozo de carne más grande hasta la fecha, con un tamaño y forma comparables a un nugget de pollo. Este avance fue posible gracias a un “sistema circulatorio artificial”, que suministra nutrientes y oxígeno al tejido en crecimiento. ¿Podría tratarse de un adelanto hacia el futuro de la alimentación?
El hallazgo, publicado en Trends in Biotechnology, describe un trozo de pollo cultivado que mide siete centímetros de largo, cuatro de ancho y 2.25 centímetros de grosor, con un peso total de 11 gramos. No obstante, Shoji Takeuchi, ingeniero especializado en sistemas biohíbridos de la Universidad de Tokio, aclaró junto a su equipo que la pieza aún no ha sido creada con materiales aptos para el consumo humano. Por ello, no ha sido probada, aunque ya están en conversaciones con diversas empresas interesadas en desarrollar esta tecnología.
Si bien muchos científicos han cultivado carne en laboratorios, utilizando células biopsiadas de animales para producir alimentos sin sacrificarlos, los resultados solo producen pequeños trozos que luego se ensamblan para crear un producto más grande. Esto se logra mediante técnicas como la impresión de células sobre estructuras comestibles o el uso de aglutinantes para unir piezas cultivadas.
Good Meat, por ejemplo, una división de la empresa de tecnología alimentaria Eat Just en Alameda, California, tiene licencia para vender pollo de laboratorio en Singapur y Estados Unidos. Sin embargo, genera pollo desmenuzado con solo un 3 por ciento de carne cultivada e ingredientes vegetales.
En tanto, Aleph Farms en Rehovot, Israel, utiliza tecnología de impresión 3D para combinar músculo de res y células grasas para crear productos con aspecto de filetes marmoleados, cuya venta está autorizada en Israel.

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¿CUÁL ES EL FUTURO DEL NUGGET DE POLLO CULTIVADO?
Por lo anterior, Mark Post, director científico de la empresa Mosa Meat en Maastricht, Países Bajos, que presentó la primera hamburguesa del mundo cultivada en laboratorio en 2013, sostiene que el reciente trabajo es “un logro de ingeniería extraordinario”.
De acuerdo con Nature, que retoma el estudio de Trends in Biotechnology, cultivar un gran pedazo de carne, en lugar de pegar trozos, es deseable porque ayuda a imitar mejor la estructura y textura natural de la carne convencional.
“Pero siguen existiendo desafíos en el campo. Las células necesitan recibir nutrientes y oxígeno continuamente para mantenerse sanas y crecer. En los animales, los vasos sanguíneos realizan esta función, transportando nutrientes a través del tejido”, explica Amy Rowat, biofísica de la Universidad de California en Los Ángeles, quien trabaja con carne cultivada en laboratorio.
Para lograr esta hazaña, los investigadores tuvieron que imitar el sistema circulatorio natural. Para ello, Takeuchi y sus colegas cultivaron sus células alrededor de una red de fibras huecas semipermeables que también se utilizan en filtros de agua domésticos y máquinas de diálisis renal. El resultado es el primer modelo funcional que utiliza tubos para cultivar tejido muscular en una placa gruesa.
Aunque el panorama es alentador, hay opiniones divididas. Los defensores argumentan que la carne cultivada utiliza una fracción de la tierra necesaria para la cría de ganado convencional y tiene una menor huella de carbono, especialmente en el caso de la carne de vacuno.
Empero, otros afirman que el proceso es insosteniblemente caro, consume mucha energía y es peor para el planeta y la salud humana, que simplemente adoptar una dieta vegetariana. N
(Con información de Nature)