La biología superó la ficción. Yoko, una cría de tiburón, nació en enero pasado de un huevo puesto en un tanque ocupado únicamente por dos tiburones hembras, ningunas de las cuales tuvo contacto con un macho en más de tres años. ¿Qué misterio guarda el nacimiento de este pez bebé?
Actualmente el personal del Acuario de Shreveport, ubicado en Estados Unidos, está monitoreando de cerca la salud de Yoko. “Esta situación es increíble y muestra la resiliencia de esta especie“, sostuvo en un comunicado Greg Barrick, curador de animales vivos del acuario.
El personal del acuario tiene dos hipótesis para explicar el misterioso nacimiento de la joven Yoko. Una posibilidad es la “partenogénesis”, una rara forma de reproducción asexual exhibida en los tiburones que les permite dar a luz sin necesidad de aparearse.
Cuando se producen óvulos por meiosis (el proceso de división celular que deja al óvulo con la mitad de la información genética del organismo parental), también se crean pequeñas células conocidas como “cuerpos polares”, igual con la mitad del ADN de la hembra.
Normalmente, los cuerpos polares simplemente se reabsorben. Sin embargo, en el caso de la partenogénesis, un cuerpo polar termina siendo utilizado básicamente para fecundar un óvulo. No obstante, los tiburones no son la única especie que sufre partenogénesis; el fenómeno también se ha registrado en especies de aves, peces, lagartos y serpientes.
EL ACUARIO ANALIZARÁ EL ADN DE ESTA CRÍA DE TIBURÓN
Otra hipótesis podría ser que la madre de Yoko se apareó con un macho hace años, pero el proceso de fertilización se retrasó. “Estamos muy entusiasmados por confirmar en los próximos meses si se trató efectivamente de partenogénesis o de una fertilización tardía”, afirmó Barrick.
Una vez que Yoko haya alcanzado un tamaño lo suficientemente grande como para extraerle sangre de forma segura, el acuario analizará el ADN de la cría para determinar cómo nació. En tanto, se está vigilando de cerca a este ejemplar especial del acuario. Según espcialistas, los tiburones jóvenes que nacen en circunstancias tan inusuales suelen enfrentarse a importantes problemas de desarrollo.
“Aunque el tiempo de Yoko con nosotros sea breve, aun así, dejará un legado inolvidable, aportando conocimientos invaluables al estudio de la reproducción de los tiburones y los esfuerzos de conservación”, dijo el Acuario de Shreveport en un comunicado.
En estado salvaje, los tiburones hinchables son nativos de las aguas costeras del Pacífico oriental. Su nombre se debe a su capacidad de hinchar su cuerpo con aire o agua, un truco que utilizan para disuadir a los depredadores. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)