Un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford analizó estudios de todo el mundo para determinar cuántas mujeres y niñas cumplían con los estrictos criterios de diagnóstico trastorno disfórico premenstrual. Los datos sugirieron que alrededor de 1.6 por ciento lo hicieron, lo que equivale a alrededor de 31 millones de mujeres y niñas a escala global.
Una proporción más alta, 3.2 por ciento, tenía diagnósticos provisionales, en los que se sospecha la afección. Pero los síntomas no se habían medido durante un periodo sostenido para cumplir con los criterios de diagnóstico confirmado.
Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual incluyen cambios de humor (como depresión y ansiedad), síntomas físicos (como sensibilidad en los senos y dolor en las articulaciones) y problemas cognitivos (dificultad para concentrarse o problemas de memoria).
El estudio indica que la proporción de personas afectadas podría ser superior al 1.6 por ciento. Ello debido a que los criterios de diagnóstico son tan estrictos, que es probable que muchas más mujeres y niñas pueden no ser diagnosticadas.
TRASTORNO DISFÓRICO PREMENSTRUAL LIGADO A PENSAMIENTOS SUICIDAS
Aun así, los datos hacen hincapié en que actualmente pueden haber una minoría significativa de mujeres con la enfermedad sintomática “que está fuertemente asociada con pensamientos suicidas”.
“Hay poca capacitación en torno al trastorno para psiquiatras o, de hecho, estudiantes de medicina. Los pacientes a menudo se encuentran a través de lagunas en los servicios clínicos, como entre la ginecología y los servicios de salud mental. El conocimiento de los médicos de cabecera sobre la enfermedad también es muy variable. En psiquiatría, rara vez consideramos si los síntomas de un paciente podrían estar relacionados con cambios hormonales”, indica el estudio.
31 MILLONES DE MUJERES PUEDEN PADECER EN SILENCIO
“Necesitamos una mejor conciencia y capacitación entre los profesionales de la salud sobre esta condición debilitante pero altamente tratable para que los pacientes puedan beneficiarse de un manejo y apoyo efectivos y basados en la evidencia”.
Los investigadores utilizaron datos de 50,659 mujeres participantes en 44 estudios en seis continentes. Dicen que los datos desafían muchas ideas preconcebidas sobre la enfermedad, incluyendo que es una medicalización de los síntomas menstruales “normales”, o que era un “síndrome ligado a la cultura occidental”.
Clare Knox, una psicóloga organizacional que fue coautora del documento y ha experimentado el trastorno disfórico premenstrual, dijo: “En un mundo donde la salud y el bienestar de cada individuo importan, no se puede pasar por alto la revelación de que aproximadamente 31 millones de mujeres pueden estar lidiando silenciosamente con el trastorno disfórico premenstrual. Una condición que afecta profundamente en su vida diaria”.
Esta asombrosa cifra, agregó, es una llamada de atención que subraya la necesidad urgente de procesos de diagnóstico mejorados, planes de tratamiento efectivos y sistemas de apoyo sólidos para los afectados.
“Más que nunca, es vital que invirtamos en estrategias integrales de investigación y salud pública para abordar y gestionar el transtorno, asegurando que estos millones de mujeres no se enfrenten a sus luchas en las sombras, sino más bien con el pleno apoyo y la comprensión de una sociedad que valora su salud como una prioridad”, apuntó. El artículo La prevalencia del trastorno disfórico premenstrual, se publicó en el Journal of Affective Disorders. N