Un estudio de temperatura en 12 cuevas de todo el mundo, publicado en Scientific Reports, evidencia que gran parte de las reservas de consumo de agua dulce pueden estar en riesgo debido al cambio climático.
De acuerdo con el artículo publicado en noviembre de 2023, el cambio climático afecta a todos los ecosistemas, pero los sistemas subterráneos son repetidamente ignorados en las agendas políticas y públicas.
“Los hábitats de las cuevas albergan especies desconocidas y en peligro de extinción, con una baja variabilidad de rasgos y una vulnerabilidad intrínseca para recuperarse de las perturbaciones inducidas por el hombre. Estudiamos la variabilidad anual y la ciclicidad de las temperaturas en cuevas respecto a la superficie en diferentes áreas climáticas”, se lee en el estudio.
Las cuevas permiten a los científicos observar sistemas subterráneos que se encuentran distribuidos a nivel global, sistemas que, en su gran mayoría, son inaccesibles para los humanos, pero que albergan las mayores reservas de agua dulce.
Para este trabajo, el equipo de investigación analizó más de 105,000 mediciones de temperatura en lugares ubicados en diferentes zonas climáticas y las comparó con la temperatura superficial correspondiente.
“Seleccionamos 12 cuevas ubicadas en diferentes zonas climáticas, desde climas tropicales hasta continentales fríos, para estudiar la relación entre las temperaturas de la superficie y las cuevas. Analizamos las amplitudes generales, los patrones térmicos entre estaciones y meses, y revelamos patrones de ciclicidad”, refieren los autores.
LA TEMPERATURA EN LAS CUEVAS REFLEJA LA TEMPERATURA MEDIA EXTERIOR
Todas las variaciones anuales de temperatura registradas en las cuevas fueron pequeñas: entre 0.1 °C y 8.8 °C, la mayor. Mientras en algunos casos las temperaturas de las cuevas reflejaban la temperatura de la superficie con un ligero retraso, en otros las variaciones de la superficie se reflejaban rápidamente en el subsuelo.
Asimismo, hubo algunos casos en donde se produjo un patrón inverso: cuanto mayor era la temperatura en la superficie, más baja en la cueva y viceversa, como en un espejo térmico.
“Nuestros resultados demuestran que la temperatura media en las cuevas refleja la temperatura media exterior. La consecuencia es que el incremento de temperatura previsto en el contexto del cambio climático en la superficie se reflejará en el subsuelo”, explica Ana Sofía Reboleira, coordinadora del estudio y bióloga del Centro de Ecología, Evolución y Cambios Ambientales en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa.
LAS CUEVAS EN DONDE ESTÁN LAS RESERVAS DE CONSUMO
A tenor del estudio, las cuevas son sistemas complejos semicerrados y, por lo tanto, deben entenderse como entornos dinámicos donde la interacción de factores que actuaron en el pasado juega un papel en el control de la temperatura real de la cueva.
Varias de las cuevas estudiadas como parte de esta investigación son puntos críticos globales de biodiversidad subterránea, como Planina, en Eslovenia; Viento, en Canarias, y Vale Telheiro, ubicada en Portugal. Este artículo también revela la existencia de ciclos térmicos diarios en algunas cuevas. En ecosistemas con ausencia total de luz solar, los organismos carecen de ritmos circadianos.
Estos ecosistemas, añade el estudio, están habitados por comunidades de especies raras y desprotegidas, que garantizan la calidad de agua y están adaptadas a vivir en ambientes muy estables, con mínimas variaciones de temperatura. N