En los últimos años, distintos animales que se creían extintos fueron redescubiertos. El conocido “fenómeno o efecto Lázaro” está presente en más de 50 países, según investigadores.
Un ejemplo de ello es el corégono picudo, una especie de pez oficialmente extinta y que vivía en los estuarios del Mar del Norte, que resultó estar viva. Científicos hallaron que esa especie no tenía ninguna diferencia con el lavareto o farra de hoy, un animal de agua dulce parecido al salmón.
“El lavareto o farra está bastante extendido en Europa occidental y septentrional, tanto en ríos y lagos de agua dulce, como en estuarios y en el mar. Debido a que no encontramos diferencias de especies entre el corégano picudo del pasado y el lavareto o farra de hoy, no consideramos que el primero esté extinto”, refirió entonces en un comunicado Rob Kroes, de la Universidad de Ámsterdam.
La especie que declararon oficialmente extinta en 2008, volvió al registro. Según Kroes, ocurre que a menudo hay confusión sobre si los animales pertenecen a una misma especie o no; especialmente cuando se trata de peces.
De acuerdo con El País, el “efecto Lázaro” —cuyo nombre se debe al pasaje bíblico en donde Jesucristo resucita de entre los muertos a Lázaro de Betania — sucede cuando ciertas especies que se dan por extinguidas se redescubren muchos años después.
Dentro de ese fenómeno también destaca el caso de un marsupial que no se veía desde hace más de un siglo en el sur de Australia, pero fue atrapada por un granjero. El quoll de cola manchada —también conocido como quol tigre— se vio por última vez en esa región del país en la década de 1880.
Makira Natural Park is one of the largest & most intact forests in Madagascar. Could it be home to 30 species that are lost to science—including a bat that hasn't been seen in 100+ years? A team with the #SearchForLostSpecies is hoping to find out. https://t.co/QB4TS8JDIc
— Re:wild (@rewild) September 7, 2023
REDESCUBREN AL RATÓN DE GOULD
En lugar de encontrar un gato o un zorro salvaje como esperaba, Pao Ling Tsai descubrió al quoll, que se creía extinto. Esos animales están catalogados como “casi amenazados“, según la Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Y se estima que quedan solo alrededor de 5,000 en todo el mundo.
Otro ejemplo es el del ratón de Gould. La última vez que alguien vio a esta especie fue en el año 1895. Sin embargo, aproximadamente 125 años después, Emily Roycroft, de la Universidad Nacional de Australia en Canberra, y sus colegas se propusieron observar la diversidad genética de los roedores australianos extintos. En 2021 descubrieron que el ratón que pensaban que se había extinguido, en realidad no lo estaba.
Para este fin, tomaron muestras de ADN de especímenes extintos de roedores australianos de colecciones de museos, los compararon con parientes vivos y hallaron que en realidad, los ratones Djoongari eran Gould.
ALGUNOS ANIMALES EXTINTOS QUE REGRESARON AL MAPA
La organización internacional con presencia en más de 50 países que consiste en buscar plantas, animales y hongos que han estado perdidos para la ciencia durante al menos 10 años, Re:wild, ha encontrado distintas especies. Aquí algunos de los animales antes “extintos”:
Cangrejo de Sierra Leona: en 2021, Pierre A. Mvogo Ndongo, profesor e investigador, no solo redescubrió el cangrejo de Sierra Leona (Afrithelphusa leonensis), sino que también encontró una especie de cangrejo de agua dulce perdida para la ciencia desde 1796, y descubrió dos especies previamente desconocidas para la ciencia.
Camaleón de Voeltzkow: fue la sexta de las 25 especies perdidas “más buscadas” de Re:wild, hasta ahora. Su redescubrimiento está ayudando a desbloquear los muchos secretos que rodean a la especie críptica descrita por primera vez en 1893 y vista por última vez en 1913 en Madagascar. Fue en 2018, cuando un equipo de expedición al noroeste de Madagascar encontró a este animal y también reveló que las hembras son muy coloridas.
TAMBIÉN HAY INSECTOS
Salamandra trepadora de Jackson: también conocida como “maravilla dorada”, esta no había sido vista desde que Paul Elias descubrió la especie a mediados de la década de 1970 y le puso el nombre de su colega Jeremy Jackson. La salamandra, una esquiva especie del bosque nuboso que es experta en escapar de la atención humana, volvió al mapa por allá de 2014.
La abeja gigante de Wallace: en palabras de Re:wild, el equipo de búsqueda independiente que se propuso encontrar y fotografiar a la abeja, incluido el fotógrafo de historia natural Clay Bolt, redescubrió la especie en 2019.
Chevrotain con respaldo plateado: la especie parecida a un ciervo del tamaño de un conejo o un gato pequeño, había sido una de las principales prioridades de conservación de mamíferos en las montañas Annamitas. Antes de 2019, solo había habido un registro de la especie desde 1907. N