Lluvias intensas, sequías y olas de calor, son algunos de los riesgos a los que el planeta se enfrentará por el fenómeno climático El Niño que inicia en noviembre, que debería durar hasta enero, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El experto en clima de la agencia, Álvaro Silva, confirmó las previsiones y señaló un 90 por cinto de probabilidad de que el El Niño en su conjunto no termine hasta abril de 2024, además dijo que los riesgos afectan a todos los continentes con eventos climáticos extremos; a su vez, afirmó que hay una alta probabilidad de que 2024 sea aún más caliente que 2023.
Afirma que El Niño contribuirá a un calentamiento aún mayor del planeta el próximo año, con la posibilidad de nuevos récords de temperatura global. “El impacto de El Niño en la temperatura global, históricamente, es aún más pronunciado en el año siguiente a su desarrollo. Por lo que es de esperar que en 2024 tengamos un año con una temperatura global aún más alta que en 2023, al menos de lo que es posible anticipar si consideramos otros eventos del pasado”.
EL IMPACTO DEL EVENTO CLIMÁTICO ES GRAVE POR LOS GASES CONTAMINANTES
Silva explica que en este momento pico, entre noviembre y enero, es probable que haya un El Niño de fuerte intensidad, pero “la probabilidad de ser comparable a otros eventos de El Niño históricamente muy fuertes, como el de 1997 y el de 2015-2016, es solo del 35 por ciento”. El climatólogo señala que el impacto del evento climático es aún más grave debido al calentamiento inducido por la emisión de gases contaminantes a la atmósfera.
“Este fenómeno natural ocurre en un marco de aumento de la temperatura global debido al aumento de la concentración de gases de efecto invernadero originados en la actividad humana. Y es con este contexto de fondo, con esta tendencia creciente de aumento de la temperatura global, que entonces ocurre este fenómeno natural de El Niño y exacerbará la temperatura en muchas regiones del mundo”, añade.
En relación con los desastres y eventos extremos que pueden ocurrir en los próximos meses, Silva destacó fuertes lluvias e inundaciones, sequías intensas y calor extremo. Según él, las “precipitaciones por encima de lo normal” deberían llegar a África Oriental, las cuencas de los ríos Paraná y La Plata en América del Sur, el sureste de América del Norte y partes de Asia Central y Oriental.
TODOS LOS CONTINENTES CORREN RIESGOS CON EL NIÑO
Las lluvias por debajo de la media ocurrirán en gran parte del norte de América del Sur, “prolongando la sequía que ya existe en esta región”. La falta de lluvias también debería afectar a gran parte de Australia, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Filipinas y parte de las islas del Océano Pacífico.
El climatólogo señaló que en todos los continentes y en la mayoría de las regiones se prevé que las temperaturas estén muy por encima de la media en este período de noviembre a enero, incluida la ocurrencia de olas de calor. Destacó que las temperaturas probablemente serán más altas en latitudes por debajo de los 40 ° norte y por encima de los 30 ° grados sur, es decir, las latitudes ecuatoriales y subtropicales a nivel global. N