El Castillo de Chapultepec es el nuevo escenario para vivir El cisne negro, una nueva versión contemporánea de ballet de la leyenda germánica del El lago de los Cisnes. Narrada desde la perspectiva del antagonista, Von Rothbart, se muestra una visión más amplia del amor, siendo este la razón de sus actos, que se desarrollan con la profundidad de la música de Tchaikovsky.
“El lago de los cisnes ha sido un ballet muy cercano a mi historia personal, y con la cual todos nos podemos identificar porque representa temas universales como el romanticismo, el amor, la pasión, la tragedia, la vida, la muerte, las decisiones buenas y las malas. A su vez, trasciende al tiempo y al espacio. Cuando se escucha de inmediato transmite emociones”, explica en entrevista con Newsweek en Español Rodrigo González, bailarín profesional, coreógrafo, productor y director de la organización La Infinita Compañía, que presenta el espectáculo El cisne negro.
EL CISNE NEGRO, UNA NUEVA VERSIÓN DE LA PIEZA DE TCHAIKOVSKY
González asegura que la pieza de Tchaikovsky es tan grande que se puede “habitar” desde diversos lugares, por ello “lo quise hacer desde la danza contemporánea, empero, tiene bases clásicas importantes y se pueden observar los códigos del ballet, pero sobre todo, se representa la música con toda la expresividad que el cuerpo permite, con movimientos actuales de cuerpos de hoy día que ya no corresponden a aquella época cuando se presentó por primera vez El lago de los cisnes“.
El director crea una interpretación distinta de la misma historia donde ahora se le da la voz a Odette para que le cuente al público cómo llegó a ese encantamiento. En la versión original la joven ya está encantada, “por ello ahora nos remontamos a la fiesta previa al maleficio que lanza Von Rothbart tras ser rechazado por la princesa Odette que termina convertida en cisne”.
EL CASTILLO DE CHAPULTEPEC, UN ESCENARIO FANTÁSTICO
Durante esta nueva puesta, Rodrigo González, junto a los 20 bailarines en escena, hacen uso de escenarios con agua. “Ahora todos los cisnes están verdaderamente en agua y así se crea un juego escénico que es verdaderamente disfrutable tanto para los bailarines como para el público asistente”.
Sin duda, comenta el director, podremos disfrutar de los matices que permite la danza, la música, y un escenario fantástico como lo es el Castillo de Chapultepec. “Sin que falte la reflexión a la que nos puede llevar la historia que aun cuando es antigua tiene mensajes universales”, añade González.
Tras una serie de retrasos por la “tramitología burocrática”, Rodrigo González presenta este 11 de mayo la primera función de El cisne negro que tendrá una corta temporada, y finalizará el 4 de junio. La nueva versión está pensada específicamente para el Castillo de Chapultepec, con ese espacio, esas escalinatas, con esa explanada, con ese escenario, sabiendo que el grupo de bailarines ejecutará la historia al aire libre.
UNA DANZA AL DESNUDO
“Prácticamente estamos desnudos, no hay oscuros, no hay telones, no hay luces de teatro, hay algunas pero son pocas porque tampoco podemos invadir el castillo. Estamos a expensas de la luz del día y de la noche, del clima y de nuestro talento. Es una danza al desnudo”, comenta el director.
Rodrigo González también apuesta a la cercanía que el público tendrá con la historia y que muchas veces no se consigue en un teatro. “Se puede esperar una experiencia inolvidable y además única porque en cada función la luna saldrá de manera distinta, con una atmósfera cambiante.
“Invito a que todos los asistentes a que vengan abiertos a experimentar el contacto con la naturaleza y compenetrarse con la música maravillosa de Tchaikovsky. El cisne negro es una experiencia de 360 grados que se inicia desde la llegada al bosque de Chapultepec”, concluye el director.
Los boletos para El cisne negro se pueden adquirir en la taquilla especial para la obra dentro del Museo Nacional de Historia. N