El Obispo de la Diócesis de Aguascalientes, José María de la Torre Martín, considera como “poco seria” la iniciativa de la diputada local de MORENA, Natzielly Rodríguez Calzada, quien propone la creación de una unión de convivencia civil entre dos personas, con un periodo de entre dos y cinco años, que complementaría las figuras jurídicas del matrimonio y el concubinato, ya incluidas en el Código Civil del Estado.
“Un contrato temporal que se pueda renovar habla de poca seriedad de la propuesta, a menos de que nos expliquen las bondades y cómo visualizan al estado de Aguascalientes con esa ley, pero yo lo que veo es que si no apuntalamos a la familia el día de mañana vamos a estar todos llorando tristemente nuestra desgracia”.
El líder religioso aseveró que cualquier cosa que dañe la conformación de las familias podría derivar en una mayor desintegración del tejido social, desencadenando mayores problemáticas.
“Cualquier cosa que dañe a la familia, cualquier cosa que banalice el compromiso matrimonial de amor y fidelidad, permanencia y estabilidad, dañará a la sociedad. Los divorcios exprés y estas propuestas que dañan la estabilidad para que se pueda dar el don de la fidelidad y de la ayuda mutua, son propuestas que a fin de cuentas dañan a la familia”, destacó.
De acuerdo a la legisladora de MORENA, la iniciativa de reforma al Código Civil del Estado surge como respuesta al elevado número de divorcios que se ha registrado en Aguascalientes en los últimos años, tras la incorporación en la legislación del “divorcio exprés”, en el que basta que una de las dos personas esté de acuerdo con la disolución matrimonial, sin la necesidad de exponer las causas del divorcio.
En 2017 se registraron en Aguascalientes 6 mil 200 matrimonios, mientras que divorcios fueron aproximadamente el 50% de esa cantidad.
De la Torre Martín mencionó que las parejas deben recibir terapias y asesorías psicológicas y de orientación antes de contraer matrimonio, pero también cuando se analice la posibilidad de divorciarse, pues actualmente son muchas parejas las que deciden disolver el contrato matrimonial luego de problemas que podrían tener una solución más viable.
“Si se tienen dificultades que reciban las terapias necesarias para superarlas, de tal manera que no sea un ‘enchílame otra’, que sea una preparación amplia para casarse”, puntualizó.
Añadió que la toma de decisiones sobre el matrimonio y el divorcio debe surgir a partir de un razonamiento serio y no a partir de las emociones, ya que en algunos casos se pueden dar afectaciones que pueden repercutir en la conformación de las familias.
“No se pueden tomar decisiones cuando están exaltados, ni cuando están en el júbilo, ni cuando están sumidos en la tristeza porque se puede llegar a cometer un error”.
Las repercusiones más importantes suelen ser en las familias con hijos, que suelen ser los más afectados tras un divorcio o disolución matrimonial, concluyo el obispo de la diócesis.