Estados Unidos y China están desde hace un mes involucrados en una disputa comercial provocada por la decisión del gobierno de Donald Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. El temor de una guerra comercial entre ambos países ha puesto nerviosas a la bolsas internacionales que este miércoles cerraron con altibajos, principalmente la europea.
Este miércoles el país asiático anunció aranceles del 25 por ciento a la soja, los coches y otros productos estadounidenses importados por valor de 50,000 millones de dólares, horas después de que Washington publicara su propia lista de productos.
“Cualquier intento de poner a China de rodillas con amenazas e intimidaciones nunca tendrá éxito. Tampoco tendrá éxito esta vez”, dijo el miércoles el portavoz del ministerio de Exteriores, Geng Shuang, en una rueda de prensa.
“No hay ganadores en una guerra comercial, y el que la inicia se hace daño a sí mismo y a los demás”, añadió el portavoz.
El ministerio de comercio chino enumeró un total de 106 familias de productos estadounidenses (carne, whisky, productos químicos o cigarrillos, entre otros) aunque indicó que la fecha de aplicación de los aranceles se anunciará más adelante.
Tras el anuncio chino, el presidente estadounidense Donald Trump reaccionó en Twitter.
“No estamos en una guerra comercial con China, esa guerra se perdió hace muchos años por los insensatos o incompetentes que representaban a Estados Unidos (…) ¡No podemos que esto continúe!”, escribió.
China también puso en marcha un proceso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la cuestión de los aranceles,anunció el miércoles el ministerio en un comunicado separado, denunciando una “violación flagrante de las reglas de la OMC”-
La medida es en represalia a lo que Washington considera la transferencia forzada de tecnología estadounidense a las compañías chinas.
La lista estadounidense publicada el martes contiene unos 1,300 productos, desde electrónica hasta piezas de aviones, pasando por satélites, medicinas y maquinaria. Los aranceles, que serían de un 25 por ciento, todavía tienen que ser aprobados y no podrían entrar en vigor antes de mayo.
Estados Unidos, cuya competitividad depende de su capacidad para innovar, abrió en agosto de 2017 una investigación en nombre del artículo 301 de su legislación comercial sobre presuntas violaciones chinas del derecho de propiedad intelectual.
Washington critica en particular el sistema de coempresa que China impone a las compañías estadounidenses. Según este sistema, las compañías que quieren acceder al mercado chino tienen que asociarse obligatoriamente con una compañía local y compartir con ella su tecnología.
Nueva etapa en la guerra comercial
El anuncio de China de este miércoles marca una nueva etapa en la guerra comercial entre las dos principales economías mundiales, que afecta en conjunto a productos valorados en 100,000 millones de dólares. Esta cifra representa el 17 por ciento de los intercambios entre ambos países en 2017, que alcanzó 580,000 millones de dólares.
La decisión es simbólica porque hasta ahora China no había anunciado medidas contra productos clave de la economía estadounidense como la soja o los automóviles.
Una tercera parte de la producción de soja estadounidense se vende en China (14,000 millones el año pasado), un producto además que procede en gran parte de los estados rurales, los mismos que votaron mayoritariamente a Donald Trump en las presidenciales de 2016.
Los aranceles también afectarán a las aviones estadounidenses de menos de 45 toneladas —más pequeños que los aparatos comerciales que fabrica Boeing—, como los jet privados Gulfstream V y otros similares que usan la élite china.
El lunes China ya había anunciado aranceles a 128 productos estadounidenses por valor de 3,000 millones de dólares a productos como la carne de cerdo, el vino y la fruta, en respuesta a los aranceles de Washington al acero y al aluminio chinos anunciados el 8 de marzo.
En las últimas semanas las decisiones de Donald Trump en materia comercial han sido criticadas por parte de la industria estadounidense y por miembros de su partido republicano y han provocado turbulencias en los mercados.
(Con información de AFP)