Arqueólogos hallaron varios antiguos artefactos mayas y fósiles de animales hace mucho tiempo extintos, incluidos perezosos gigantes, en la cueva bajo el agua más grande del mundo, pero advierten que los misterios de la historia antigua de la cueva podrían estar manchados por la contaminación cercana.
Las cuevas inundadas de 216 millas de largo, conocidas como Sac Actun, eran reconocidas como dos sistemas de cuevas distintos en México. El mes pasado, exploradores del Gran Acuífero Maya (GAM) anunciaron que descubrieron un pasaje entre los dos, convirtiéndolo en el sistema de cuevas más grande del mundo.
El lunes, los arqueólogos anunciaron más detalles sobre lo que hallaron en la cueva. Sus descubrimientos incluyen restos de una especie antigua similar al elefante llamada gonfoterio, perezosos gigantes y osos, según la Agence France-Presse. También hallaron huesos humanos quemados, cerámicas y grabados en los muros.
Ante el descubrimiento de las cuevas el mes pasado, Robert Schmittner, director de exploraciones del GAM, dijo en una declaración: “Ahora, el trabajo de todos es conservarlo”.
Sin embargo, los artefactos de las cuevas ya están en riesgo. La escorrentía de un vertedero cercano podría contribuir a los altos niveles de acidez en la cueva donde los arqueólogos hallaron un cráneo humano. El ácido podría dañar los restos, reportó la Associated Press. Los sistemas de cuevas a menudo están ligados a estructuras similares a sumideros conocidos como cenotes, que son destinos turísticos populares para nadar y bucear con snorkel. Además, la carretera principal que corre sobre la red de cuevas es conocida por colapsarse en más sumideros, según la AP.
Se hallaron casi 200 artefactos, la mayoría de los cuales parecen ser de la civilización maya, según el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Algunos de los huesos parecen tener por lo menos 9,000 años de antigüedad. Los exploradores también hallaron un altar al dios maya del comercio, con una estructura de escalinatas dentro del cenote.
Se sabe que los cenotes eran sagrados para las comunidades mayas, además de proveer agua potable a la gente. Según la AP, Guillermo de Anda, arqueólogo subacuático y director del GAM, dijo que los humanos posiblemente bajaron a las cuevas durante las sequías en busca de agua, aunque probablemente no vivían dentro de ellas. Los artefactos mayas revelan que una sequía probablemente provocó que los niveles del agua se desplomaran alrededor del año 1000 d.C., haciendo que las comunidades descendieran más al interior para buscar agua.
“Es muy poco probable que haya otro sitio en el mundo con estas características”, dijo De Anda, según reportó la Agence France-Presse. “Hay una cantidad impresionante de artefactos arqueológicos en el interior, y el grado de conservación también es impresionante”.