Hace dos años, la tribu Sioux de Flandreau Santee tenía muchas esperanzas de aprovechar la eliminación de la prohibición de la mariguana abriendo un centro vacacional en el que la cannabis pudiera ser adquirida y consumida en su reservación de Dakota del Sur.
Todo el asunto terminó entre fuego y lágrimas, pues la tribu decidió quemar su primera cosecha de cannabis en lugar de arriesgarse a enfrentar la ira de funcionarios federales y estatales.
Sin embargo, el 24 de mayo, un jurado de Flandreau dio una reprimenda implícita a Marty Jackley, Procurador General de Dakota del Sur y uno de los principales opositores al centro vacacional, al absolver a un consultor que trabajó en el proyecto de los cargos relacionados con la posesión de drogas presentados por el Estado.
El año pasado, Jackley reunió a un gran jurado para acusar a Eric Hagen, un consultor de cannabis de 34 años, originario de Colorado, de conspirar para tomar posesión, de posesión mediante instigación y ayuda, y de intento de posesión de más de 10 libras (4.50 kilogramos) de mariguana. Hagen enfrentó una condena de hasta 10 años en prisión por cada una de las primeras dos acusaciones, y hasta siete años y medio por la tercera.
Su socio Jonathan Hunt ya se había declarado culpable de un cargo de conspiración. Hunt, que participaba más activamente en las operaciones cotidianas del cultivo de mariguana por parte de la tribu, dijo que no tenía dinero para enfrentar los cargos en su contra.
El proyecto de los Sioux de Flandreau Santee se inspiró en un memorando publicado en 2014, en el que el Departamento de Justicia afirmaba que consideraría a los negocios autorizados por las tribus en las reservas indígenas de la misma manera que los negocios autorizados por el Estado, lo que significa que, en general, se les dejaría en paz, a menos que afectaran “prioridades de aplicación de las leyes federales”.
Dado que el estado de Dakota del Sur no ejerce ninguna jurisdicción penal en tierras indias, con excepción de las autopistas estatales que atraviesan las reservaciones, los funcionarios tribales dedujeron que los miembros que cultivaran o vendieran mariguana de acuerdo con las leyes indígenas no tendrían que preocuparse tampoco por ser acusados por el Estado.
Sin embargo, como explicó Robert Odawi Porter, especialista en leyes tribales de Washington, D.C., en una entrevista realizada en 2015, esa gracia no se extiende a las personas que no pertenezcan a la tribu.
“Si eres una persona no indígena y te encuentras en tierras tribales, el Estado mantiene su jurisdicción penal sobre ti”, señaló Porter. “Me pregunto por qué a todas las personas que buscan incorporarse a este negocio se les llama ‘consultores’, y pienso que se trata de un esfuerzo para distinguir entre ser director, propietario, o una persona que tiene el control, y aquellas personas que simplemente proporcionan asesoramiento. No pienso que se trate de una distinción significativa para la aplicación de la ley”.
Porter tenía razón con respecto a esto. Jackley incluso afirmó que los clientes del centro vacacional que no fueran miembros de la tribu podrían ser arrestados tras salir de la reservación por consumir mariguana o por posesión dentro de la misma. También había rumores sobre una inminente incursión federal en los campos de mariguana, sin importar el memorando del Departamento de Justicia.
Durante el juicio de Hagen, su abogado, Mike Butler, afirmó que no había ninguna conspiración, dado que la tribu legalizó abiertamente la mariguana y anunció sus planes para construir un centro vacacional en el que las personas pudieran disfrutarla.
Butler también sostuvo que Hagen simplemente ofreció asesoramiento y que nunca había estado en posesión ni buscado poseer la mariguana, la cual pertenecía a la tribu. El juicio duró cuatro días, y el jurado alcanzó el veredicto tras deliberar alrededor de dos horas.
El hecho de que Hagen haya sido absuelto a pesar de su vulnerabilidad de acuerdo con las leyes estatales manda un mensaje bastante claro a Jackley, candidato a gobernador cuyos críticos lo acusan de grandilocuencia al convertir en un espectáculo la batalla contra el centro vacacional.
“Atacaron a nuestra empresa al difundir mentiras y rumores, y eso es algo muy molesto”, declaró Hagen a Associated Press. “Todo esto no fue más que una estratagema de medios para Marty, pues competirá en la elección para gobernador en 2018”.
Jackley se mantuvo impávido y dijo, “Seguiré instando a las tribus de Dakota del Sur a que tomen su propia decisión de que los cultivos de mariguana de esta naturaleza pueden afectar la salud y la seguridad pública en sus reservaciones y en todo el Estado”.
Aun cuando ya han quemado la cosecha que Hagen ayudó a cultivar, los funcionarios tribales hablaron acerca de buscar un sitio en el que el proyecto pudiera realizarse.
“Los líderes tribales confían en que, tras buscar una aclaración por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos, tendrá mayores probabilidades de lograr el éxito”, afirmó Seth Pearman, consejero general de la tribu, en una declaración publicada en noviembre de 2015. “La tribu seguirá consultando a los gobiernos estatal y federal, y espera que se les conceda la igualdad con aquellos estados que han realizado la mariguana. La tribu pretende participar con éxito en la industria de la mariguana, y los líderes tribales permanecen firmes ante este breve revés”.
Ahora que el Departamento de Justicia tiene una nueva dirección decididamente menos amistosa con la mariguana, ese sueño parece inalcanzable, al menos en un futuro cercano.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek