Años y años en la búsqueda de un indicio de que
hay vida allá en el espacio, y de repente, Ermanno F. Borra y Eric Trottier,
dos astrónomos del Departamento de Física de la Universidad de Laval, en
Quebec, aseguran haber captado 234 señales inteligentes de un solo golpe; todas
emitidas por civilizaciones extraterrestres desde el mismo número de estrellas
diferentes.
Esa es la conclusión a la que llegan el par de
canadienses tras analizar más de 2.5 millones de estrellas registradas en el
Sloan Digital Survey en busca de un tipo de señal muy concreta, y que publicaron
en arxiv.org.
Muchos científicos consideran que Borra y
Trottier se han precipitado en su anuncio. Andrew Siemion, director del
Instituto SETI en la Universidad de California –institución científica dedicada
a buscar señales inteligentes en el cosmos–, apunta que “no se pueden hacer
anuncios tan drásticos sin haber agotado antes todas y cada una de las
posibilidades”, y agrega que el SETI utilizará sus propios medios para “echar
un vistazo” a algunas de las estrellas señaladas por los canadienses.
A Borra le entusiasma la idea de que otros
intenten comprobar sus datos y conclusiones. De hecho, afirma que la señal
procedente de esas 234 estrellas es tan extraña que “si bien nuestro análisis
parece indicar que se trata de algo muy real, su autenticidad debe ser validada
con más trabajo”.
En 2012, Borra publicó un artículo en The
Astronomical Journal en el que sugería que los extraterrestres (ET) podrían
estar utilizando un láser para sus comunicaciones interestelares; “los
destellos serían muy débiles y se sucederían muy rápidamente, pero podrían ser
identificados utilizando la tecnología y el análisis matemático adecuados”.
“Además, la cantidad necesaria de energía para
emitir esas señales no sería exagerada”, afirma Borra. De hecho, podrían
hacerse en la Tierra, utilizando instalaciones como el láser Helios del
Lawrence Livermore National Laboratory, con el que se “podrían enviar señales
que revelaran la presencia de la humanidad en el universo”.
Borra y Trottier buscaron esa clase de señal en
más de dos millones y medio de estrellas. Y la encontraron exactamente en 234
de ellas. Además, se da la circunstancia de que la mayoría de esas 234
estrellas son del mismo tipo espectral que el Sol, lo que, según los
investigadores, refuerza su hipótesis de que se trata de señales emitidas de
forma intencionada; confirman que 234 civilizaciones diferentes están enviando
a la Tierra pulsos de láser con una periodicidad que ronda los 1.65
picosegundos (un picosegundo es la billonésima parte de un segundo).
Los investigadores del SETI no comparten su
entusiasmo, y barajan incluso la posibilidad de que los patrones espectrales
detectados por Borra y Trottier estén causados por errores de calibración o en
el análisis de los datos. Es decir, que se trate de una simple ilusión
provocada por errores humanos. Solo queda esperar a que los expertos emitan su
dictamen definitivo.
“Debemos seguir un enfoque científico, no
emocional”, asegura Borra. “Pero intuitivamente, tengo la firme sospecha de que
se trata de señales extraterrestres”.