Francisco Toledo, uno de los pintores mexicanos más conocidos en el mundo, considera que una intervención policial para despejar las carreteras, como la ocurrida el pasado 19 de junio en Nochixtlán, en su natal Oaxaca, es un gran error “porque hay un gran descontento y no sólo por los maestros, por la corrupción, por todo”.
“[Una intervención policial] va unir toda la inconformidad por muchas razones, va a unir a la gente también. Y bueno, la fuerza, se ha visto a través de la historia de México, que la fuerza arregla las cosas por un ratito”, dijo el artista de 75 años nacido en Juchitán en una entrevista con el diario español El País.
Cuestionado sobre si los maestros que se oponen a la reforma educativa tienen razón en sus demandas, Toleda explica que se trata de un tema complicado. Dice que al magisterio se le ha pintado como a “los malos de la película, pero hoy son una fuerza política que ha llegado hasta donde el Estado les ha permitido”.
“Durante años, como si fueran parte del folclore, acampaban en el zócalo de Oaxaca para protestar.Y cada año se iba solucionando el problema sin que la sociedad civil supiera en qué consisten esos acuerdos… El propio Estado creó sindicatos como el de la SNTE a la que le dieron de todo a cambio de fuerza política y votos, pero igual sucede con sindicatos petroleros o mineros que están coptados por el Estado”, dijo.
Toledo comentó a El País que es muy difícil tener una opinión clara en esta problemática entre la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Estado mexicano. Sin embargo, menciona que para él hay dos cosas que le irritan: “el desprecio a la enseñanza en lenguas indígenas y la comida chatarra que invade las comunidades”.
“El Estado mexicano o las autoridades de México no saben en qué país viven. Viven en el DF, pero eso creen que es todo México… Hay mucho racismo. Entonces quieren que un país tenga un himno, una bandera, una Constitución. Está bien, pero hay gente que tiene otro modo de pensar, que tiene otra lengua, incluso hasta otros héroes. A veces lo héroes que se enseñan en la escuela no tienen nada que ver con la realidad de ciertos lugares”, comenta el artista.
Dice que se debería de haber también enseñanzas de las historias locales, así como de la lengua, la geografía, ya que todo eso no existe. “Entonces pues yo diría que ahí hay una falla del Estado y de los maestros”.
Toledo, quien apadrina a 16 hijos de campesinos que estudian en la Normal de Tlacochahuaya, compartió a El País su última aportación: cuadernos escolares en lengua indígena elaborados con papel reciclado e ilustrados con animales autóctonos, grabados del cuerpo humano o plantas dibujadas por los primeros dominicos españoles que recorrieron la sierra en el siglo XVII.
“Nos acercamos a la gente de la normal bilingüe para saber qué es lo que necesitan para trabajar bien: no tienen internet, no tienen teléfono, no hay residencias, no hay comedores. Y es la gente más pobre, que viene de lugares muy lejanos a estudiar… hijos de campesinos, de gente de escasos recursos y no tienen ninguna ayuda. Y el material didáctico no tienen tampoco”, refirió Toledo al indicar que de un tiempo reciente se han publicado diccionarios, vocabularios en lengua zapoteca.
“No hay nada en zapoteco: la única manera de que la lengua siga viva es teniendo radios, periódicos, publicaciones y revistas; hay que hacerlo y el Estado no se ocupa de eso”, lamentó