Una nueva isla nacida tras la erupción de un
volcán submarino en el Pacífico Sur, en el archipiélago polinesio de Tonga , ha logrado atraer la atención, ya que su formación comenzó luego de que el volcán hiciera
erupción el pasado diciembre.
Según información publicada por BBC, la isla – que está ubicada
a unos 45 km al noroeste de la capital, Nuku’alofa y tiene una longitud de 500
metros- tomó forma después de que entrara en erupción el volcán Hunga Tonga a
finales de 2014.
De acuerdo con especialistas, por el momento, la isla es muy
inestable y no se recomienda visitarla.
“El material está suelto y sin consolidar”,
aseguró Matt Watson, especialista en peligros naturales de la Universidad de
Bristol, Reino Unido.
“Está formada por la fragmentación del magma, así que,
básicamente, son pequeñas rocas una encima de la otra las que han conformado
una isla”, describió, “tendrían que convencerme con argumentos científicos
sólidos para ir a la isla”.
Y pese a estas advertencias, residentes no han perdido la
oportunidad de conocerla.
“Es bastante sólida cuando estás en ella y es bastante
alta”, dijo Orbassano, dueño de un hotel en Tonga.
“Me sentí seguro. La única dificultad que encontramos
fue salir del bote para subir a la isla”, añadió, “su superficie se sentía
caliente. Treparse no fue fácil bajo el sol abrasador”.
Un video grabado desde un bote a cientos de metros del
volcán mostró cómo se elevaban del mar columnas de gas, e imágenes satelitales
tomadas pocos días después, indicaron la presencia de nuevas formaciones
rocosas, sedimentos en el mar y un gran cráter circular.
Mira en la galería las fotos tomadas por un residente de la
isla.