En México, el acceso a la información es un derecho desperdiciado.
El derecho de acceso a la información es sumamente noble, ya que permite a la ciudadanía constituirse como una contraloría social que vigila el desempeño de sus autoridades y representantes populares; exige el uso adecuado de los recursos públicos; y detona el ejercicio de otros derechos, además de que fomenta la rendición de cuentas y el combate a la corrupción. Todo ello permite mejorar la calidad de las democracias.
Sin embargo, en México este derecho no ha permeado. A pesar de que la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental se promulgó el 11 de junio de 2002, a casi 12 años de distancia, la población desconoce cómo ejercer ese derecho.
De acuerdo con la Encuesta sobre el Derecho de Acceso a la Información Pública Gubernamental (EDAI-2013)1, elaborada por el Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo el 5.6 por ciento de los mexicanos ha preguntado alguna inquietud a los tres niveles de gobierno.
Del 94.4 por ciento que no ha solicitado información pública, 48.6 por ciento argumentó que no lo ha hecho porque “no le interesa”; 16.2 respondió que no sabe cómo hacerlo; 13 por ciento dijo que no le tiene confianza al gobierno; y el resto comentó que “le parece una pérdida de tiempo”, “le han platicado que no funciona” y “teme represalias”.
¿Estas cifras se pueden atribuir a malas estrategias de comunicación de los órganos garantes de la transparencia para promover el interés ciudadano en solicitar información, o simplemente a la apatía de la población?
Según la EDAI-2013, de cada 100 personas, 60 conocen o han oído hablar del IFAI, organismo que, el año pasado, alcanzó la “cifra histórica” de un millón de solicitudes. Llegar a ese número le llevó una década, con una población de más de 100 millones de habitantes.
Lo más preocupante es que solo 25 de cada 100 saben que en cada entidad federativa hay órganos de transparencia. Veamos el caso del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Distrito Federal (InfoDF), que en su Informe de Actividades y Resultados 20122 revela que, entre los años 2004 y 2009, observó una tendencia creciente en el número de solicitudes de información al pasar de 2665 a 91 523.
A partir de ese año, el número de peticiones observó una “estabilización” que luego se convirtió en decrecimiento. En el 2010 se realizaron 86 249 solicitudes, y en 2012 fueron 86 341.
La investigación del IFAI y del INEGI revela también que, si los ciudadanos supieran cómo ejercer su derecho de acceso a la información, les gustaría preguntar respecto a servicios públicos en el siguiente orden: escuelas y hospitales; recolección, tratamiento y disposición de basura; baches, mejora de calles y señalamientos viales; bomberos y ambulancias; y parques, jardines y alumbrado.
Asimismo, preguntaría sobre programas sociales, por ejemplo, los apoyos en caso de ser víctima de la delincuencia o de desastres naturales; cuándo y dónde se realizan campañas de salud; y datos para solicitar becas educativas. Por último, tendría interés en cuestionar sobre el desarrollo del país, específicamente en materia de medioambiente y recursos naturales.
A nivel del Distrito Federal, los temas principales de las solicitudes presentadas en 2012 tuvieron que ver con el control y vigilancia de los recursos públicos; los programas de desarrollo urbano, principalmente sobre el uso de suelo; impartición de justicia; vialidad y transporte público; empleo; obra pública; vivienda; seguridad pública; y servicios urbanos de limpieza, jardines, alumbrado público y bacheo.
Un dato que vale la pena destacar es el perfil de los solicitantes: quienes dicen pertenecer a medios de comunicación, disminuyeron de 24.3 en 2007, a 2.9 por ciento en 2012. Lo mismo ocurrió con las organizaciones no gubernamentales, que pasaron de 4.6 por ciento en 2011 a solo 2.8 por ciento en 2012.
En contraste, los grupos conformados por académicos y estudiantes, y empleados u obreros, incrementaron su participación, al igual que el grupo conformado por los empresarios, el único que aumentó en número de solicitudes al pasar de 6.5 por ciento en 2011 a 8.7 por ciento en 2012.
Estos datos son relevantes, ya que es difícil pensar que el número de solicitudes disminuyó porque exista más transparencia del gobierno a los ciudadanos. Preocupa de igual forma observar que los medios de comunicación no incrementen sus solicitudes para enriquecer su labor, y respaldar sus investigaciones periodísticas con documentos oficiales de ser necesario, dado su importante papel ante la opinión pública.
Hacia el nuevo IFAI
El presidente Enrique Peña Nieto promulgó el pasado 7 de febrero la reforma al artículo 6º constitucional que otorga autonomía al IFAI, y que agrega como sujetos obligados directos a partidos políticos, sindicatos, fideicomisos y personas físicas o morales que reciban recursos públicos.
Las resoluciones del nuevo órgano garante de acceso a la información y protección de datos personales serán definitivas e inatacables en todos los casos, excepto cuando el consejero jurídico de la Presidencia de la República considere que afectan la seguridad nacional.
La reforma en la materia aumenta de cinco a siete el número de comisionados y cambia su proceso de selección. Ahora el Senado será el responsable de emitir la convocatoria y seleccionarlos con el aval de dos tercios del pleno. Antes era el presidente quien proponía a los aspirantes, que debían ser ratificados por la cámara alta.
Los senadores se encuentran justo en ese proceso. Este martes 8 de abril concluyeron las entrevistas a 158 candidatos3, y será un comité de seguimiento integrado por expertos en la materia, el cual dio seguimiento al proceso en todo momento, el que presentará una terna con los siete comisionados.
La mayoría de los entrevistados cuenta con alto perfil académico: 53 tiene nivel de doctorado, 65 de maestría, cuatro con especialidad, 35 con licenciatura y uno con nivel de educación media superior. Del total, 94 son egresados de universidades públicas y provienen del DF y los estados de México y Jalisco.
Pero de esos 158 candidatos, solo 22 son mujeres; entre ellas hay perfiles que destacan para ser parte del nuevo IFAI, como el de Gabriela Vargas Gómez, comunicóloga con maestría en Ciencias Políticas por la UNAM.
En su trayectoria destaca haber sido vocal de Transparencia y Acceso a la Información del Instituto Nacional de Administración Pública, directora general de Transparencia del Tribunal Electoral (TEPJF), y representante ante la Comisión Nacional de Vigilancia del IFE.
El IFAI, como órgano garante de la transparencia a nivel federal, debe ser ejemplo para el resto de las instituciones y en su integración debe haber paridad de género. No como parte de una cuota, sino como un simple reflejo de la conformación de la población del país, y de la lucha por garantizar, más que la equidad, la igualdad de oportunidades para todos.
Una vez integrado, el nuevo IFAI tendrá como su principal reto lograr que la ciudadanía haga suyo el derecho de acceso a la información. Para ello tendrá que hacer ver a la sociedad la utilidad y los beneficios que la transparencia puede tener en su vida cotidiana.
El acceso a la información y la transparencia permiten exigir a las autoridades la rendición de cuentas; verificar cómo se toman las decisiones que nos afectan a todos; así como conocer el monto de los ingresos públicos y la forma en que se gastan en proyectos estratégicos en beneficio de la ciudadanía.
Contar con información pública sobre los actos de gobierno facilita, además, evaluar las decisiones de nuestras autoridades, reconocer la efectividad o evidenciar la ineficiencia de las políticas públicas, así como detectar y denunciar actos de corrupción para inhibirlos y evitar que ocurran nuevamente.
El derecho de acceso a la información llegó para quedarse. Ahora debemos apropiarnos de él y ejercerlo por el fortalecimiento de nuestra democracia.
Hannia Novell es periodista y conductora del noticiario Proyecto 40. Twitter: @HanniaNovell