Las fragancias huelen bien. Evocan imágenes de flores frescas o el aroma del aire limpio de la mañana. Pero, lamentablemente, las fragancias industrializadas no son nada saludables. Muchas de las que se respiran en productos manufacturados son sintéticas; se crean en un laboratorio a partir de una mezcla de productos químicos, y sus efectos son tóxicos.
Ahora bien, la “fragancia” no es impronunciable. Tal vez, si todos o la mayoría de los demás ingredientes son correctos, compraría el producto de todas formas. Pero es una palabra que existe en los cosméticos y otros productos porque las empresas no quieren que sepas lo qué contienen realmente sus artículos.
Las fragancias sintéticas son una mezcla de muchos productos químicos. Según el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG), el producto promedio que contiene fragancia tiene alrededor de 14 ingredientes químicos adicionales que no figuran en la etiqueta. Esto significa que no hay forma de saber qué sustancias químicas componen la palabra “fragancia” en un producto específico.
CONTIENEN SUSTANCIAS QUÍMICAS CLASIFICADAS COMO TOXINAS
Hay más de 3,000 posibles sustancias químicas que podrían estar en un coctel de fragancias, muchas de las cuales se derivan del petróleo (sí, petróleo, el mismo ingrediente que es base para la gasolina, el aceite de motor, el combustible para aviones, el asfalto, etcétera). Ninguno de estos químicos en la “fragancia” tiene que ser revelado al consumidor porque están protegidos como “secretos comerciales”.
El perfume y la colonia son dos productos que obviamente están cargados de sustancias químicas aromáticas. Después de todo, su único propósito es oler atractivo. En un informe del EWG, algunos de los perfumes y colonias de marcas más importantes contenían hasta 24 sustancias químicas secretas en un solo producto. Esto significa que si usas alguno de estos productos con regularidad es posible que las toxinas se estén acumulando en tu cuerpo.
Hay muchas toxinas escondidas en los productos cosméticos. La fragancia es una de ellas y aparece en cremas antienvejecimiento, humectantes, brillos labiales y muchos otros productos. Al igual que los perfumes, las velas y los ambientadores están diseñados específicamente para oler bien. Excepto, por supuesto, que “refrescan” tu hogar en lugar de tu persona.
De hecho, un estudio de 2011 examinó 25 productos perfumados, incluidos ambientadores, y encontró 24 sustancias químicas clasificadas como tóxicas o peligrosas según las regulaciones estadounidenses. Lo más notable es que ninguno de estos químicos estaba en la etiqueta. Todos se escondían bajo la palabra “fragancia”.
LAS FRAGANCIAS CONTIENEN SUSTANCIAS QUE PUEDEN AUMENTAR EL RIESGO DE CÁNCER
Uno de los mayores peligros de las fragancias proviene del contacto con la piel. Un creciente conjunto de investigaciones indica que los productos perfumados son uno de los mayores desencadenantes de alergias en el mundo. El informe, que data de 2016, encontró que aproximadamente uno de cada tres participantes experimentó algún tipo de reacción alérgica a la fragancia. Otras reacciones incluyen urticaria, problemas sinusales y migrañas.
Además, estos químicos tóxicos pueden aumentar el riesgo de cáncer. Uno común llamado estireno, por ejemplo, se considera carcinógeno humano y muchos otros son carcinógenos potenciales.
Otros químicos de las fragancias también son disruptores endocrinos, lo que significa que pueden alterar las hormonas y causar todo tipo de daños. Algunos incluso están relacionados con defectos de nacimiento y problemas de desarrollo infantil debido a la exposición prenatal.
Los productos de fragancia, como los ambientadores, son uno de los principales contribuyentes a la contaminación del aire interior. Emiten sustancias químicas conocidas como COV (abreviatura de compuestos orgánicos volátiles), que son muy tóxicas para los pulmones y el resto del cuerpo.
Según un estudio, la simple exposición a la colonia fue suficiente para empeorar los síntomas del asma. Otra investigación sobre los COV, que incluyen ciertas fragancias químicas, indica que la exposición puede aumentar el riesgo de problemas respiratorios crónicos en los niños. Otras reacciones comunes al inhalar fragancias sintéticas incluyen migrañas, mareos y congestión.
¿POR QUÉ LAS FRAGANCIAS TÓXICAS SON PERMITIDAS?
Los cosméticos, los productos de cuidado personal y los artículos para el hogar son industrias altamente no reguladas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ha impuesto pocas restricciones a las sustancias químicas que se consideran dañinas y están prohibidas en otros países.
De hecho, los ingredientes cosméticos no están obligados a demostrar que están libres de efectos nocivos antes de salir al mercado. Esencialmente, es lo contrario: se debe demostrar que las sustancias químicas causan daños importantes, a menudo durante largos periodos, antes de siquiera considerar la posibilidad de imponer restricciones.
¿QUÉ PUEDO HACER AL RESPECTO?
Cuando se trata de evitar las fragancias, la mejor opción es buscar productos orgánicos certificados por el USDA, leer las etiquetas de los ingredientes y evitar lo más que se pueda usar perfumes, velas, ambientadores, etcétera. Puedes colocar cualquier producto del que no estés seguro en la base de datos Skin Deep de EWG para ver si es tóxico.
Otra cosa a tener en cuenta son los productos “sin fragancias”. Recuerda que el etiquetado tiene que ver principalmente con la mercadotecnia, no con información. Los productos pueden tener químicos agregados para enmascarar el olor de otros ingredientes, por lo que, claro, no tienen olor, ¡pero eso no significa necesariamente que no contengan químicos sintéticos que enmascaren el olor! Una vez más, revisa la etiqueta y, en caso de duda, no compres el producto. N
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Jessica Nasser es licenciada en nutrición clínica, certificada como entrenadora personal por la World Fitness Association y diplomada en nutrición vegetariana. Los puntos de vista de este artículo son responsabilidad de la autora.