El funeral del Papa Francisco tuvo lugar en una ceremonia solemne en el Vaticano el sábado, atrayendo a cientos de miles de dolientes de todo el mundo.
Las imágenes capturan momentos conmovedores del funeral, incluida la asistencia de dignatarios internacionales, rituales solemnes y las respuestas emocionales de los fieles.
La misa funeral se celebró en la Plaza de San Pedro, donde se exhibió el sencillo ataúd de madera del Papa Francisco, reflejo de su compromiso con la humildad.

Después de tres días de velatorio público en los que aproximadamente 250.000 dolientes presentaron sus respetos, el ataúd fue sellado en una ceremonia privada.


Las fotografías del evento sirven como un homenaje visual al legado de compasión, humildad y dedicación del Papa Francisco a la justicia social. Presos y migrantes lo acompañaron al interior de la basílica.
Francisco se aleja de la tradición reciente al optar por ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, donde se ha preparado para él una modesta tumba subterránea que lleva sólo su nombre, “Francisco”.



Durante la misa funeral del Papa Francisco, se cantó una letanía de los santos, un canto meditativo que forma parte de los ritos tradicionales. A esto le siguió una bendición de las iglesias católicas de rito oriental, cantada en griego por patriarcas y sacerdotes.
El cardenal Giovanni Battista Re elogió al papa Francisco como un papa del pueblo, un pastor que conectaba con “los más pequeños” mediante su estilo informal y espontáneo. Re describió a Francisco como “un papa entre el pueblo, con un corazón abierto hacia todos”.
También reflexionó sobre la imagen duradera que muchos tienen de Francisco: ofreciendo su última bendición del Domingo de Pascua y saludando desde el papamóvil en la misma plaza donde tuvo lugar su funeral.




Los dolientes se congregaron y llenaron las calles de Roma para rendir homenaje al difunto Pontífice. El funeral no solo marcó el fin del papado del Papa Francisco, sino que también sirvió como testimonio de su profundo impacto en el mundo, uniendo a personas de todas las naciones y religiones en un momento compartido de reflexión y gratitud.

Los miles de fieles de todo el mundo reunidos en la Plaza de San Pedro para honrar al Papa Francisco en su funeral crearon una conmovedora escena de duelo y unidad. Peregrinos, clérigos y fieles se congregaron hombro con hombro, muchos con rosarios y estampas de oración en la mano, con el rostro marcado por el dolor y la reverencia.
Algunos habían viajado grandes distancias para despedir por última vez a un papa conocido por su compasión y humildad. Entre cantos solemnes y ritos tradicionales, los fieles reflexionaron sobre su legado de servicio a los pobres y marginados, ofreciendo oraciones y homenajes en silencio al amado pontífice.