Una tormenta de arena arrasó Irak, llenando el aire de un polvo asfixiante que provocó el cierre de aeropuertos y llevó a más de 3.700 personas al hospital con dificultades respiratorias, informó el martes el Ministerio de Salud.
La visibilidad se redujo a menos de un kilómetro (apenas media milla) en las ciudades del centro y del sur mientras la tormenta cubría la región con una extraña neblina naranja, informaron fotógrafos de la AFP.
Los aeropuertos de Basora y Najaf permanecieron cerrados mientras duró la tormenta, que comenzó a disiparse el martes por la mañana.
El portavoz del Ministerio de Salud, Saif al-Badr, dijo que Basora fue la provincia más afectada, con más de 1.000 de las 3.747 admisiones hospitalarias atribuidas a la tormenta de arena.

Muchos de los que se atrevieron a salir a Basora llevaban máscaras para protegerse del polvo asfixiante, informó un fotógrafo de la AFP.
Las tormentas de arena son una característica perenne de la vida en el centro y sur de Irak, pero el Ministerio de Medio Ambiente advirtió que el país puede esperar sufrir un número creciente de “días de polvo” en las próximas décadas debido al impacto del calentamiento global.
En 2022, una fuerte tormenta de arena provocó la muerte de una persona y más de 5.000 fueron hospitalizadas por dificultades respiratorias.