En un solo día El Salvador ha logrado un financiamiento por 620 millones de dólares para promover su sostenibilidad macroeconómica y fiscal, así como para mejorar la atención de salud, informaron organismos multilaterales.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aprobó un crédito de $500 millones para apoyar las reformas destinadas a promover la sostenibilidad macroeconómica y fiscal de este país centroamericano, en el marco del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Por su parte, el Banco Mundial informó que su Directorio Ejecutivo aprobó este miércoles un préstamo de $120 millones para un programa de atención de salud en El Salvador.
Un comunicados del BID detalla que “el préstamo del BID, conocido como préstamo especial de desarrollo, ofrecerá apoyo presupuestario mientras El Salvador implementa reformas estructurales tras un acuerdo con el FMI en febrero para restaurar la sostenibilidad fiscal y fomentar el crecimiento y la resiliencia”.
Estos fondos proporcionarán espacio fiscal al gobierno salvadoreño mientras implementa las reformas que garanticen un aumento de los ingresos fiscales y la reducción de la deuda pública, al tiempo que se reconstruyen las reservas internacionales y se mejora la gobernanza y la integridad financiera.
El acuerdo que El Salvador alcanzó con el FMI a finales de febrero es para un crédito de unos 1.400 millones de dólares con el fin de fortalecer las finanzas públicas del país, informó la organización internacional.
El visto bueno a este programa de 40 meses permite un desembolso inmediato de alrededor de 113 millones de dólares, dijo el FMI en un comunicado.
La operación se suma al préstamo aprobado por el Banco Mundial por $120 millones para apoyar el Proyecto para la mejora de la atención de salud en El Salvador (Promas), que se ejecutará durante cinco años mediante el fortalecimiento de la infraestructura y equipamiento.
Además, contempla la expansión de servicios de atención personalizada y el desarrollo de un modelo de redes de salud del sector público.
El BID y el Banco Mundial son parte de una alianza con el FMI que se comprometieron a liberar $3,500 millones mientras dure el programa de $1,400 millones aprobado por el FMI para corregir las distorsiones fiscales.
Los desembolsos del FMI están sujetos a evaluaciones periódicas sobre el cumplimiento de los compromisos asumidos por el gobierno de Nayib Bukele.