Este sábado 5 de abril, los agentes de aduanas de Estados Unidos comenzaron a aplicar el arancel unilateral del 10 %, impuesto por el presidente Donald Trump, sobre todas las importaciones procedentes de numerosos países.
La medida entró en vigor en puertos marítimos, aeropuertos y almacenes aduaneros a lo largo del país. Entre las regiones más afectadas se encuentran Australia, Reino Unido, Brasil, Colombia, Argentina, Egipto y Arabia Saudita.
El Salvador se ve afectado con un arancel del 10 % a sus productos de exportación como parte de la “independencia económica” declarada en favor de los Estados Unidos.
El mismo trato se aplica a Honduras, Guatemala, Ecuador, Argentina, Costa Rica, Panamá y Perú, mientras que para Nicaragua anunció un 18 % y para Venezuela de un 15 %.
Asimismo, Estados Unidos impuso aranceles del 34 % y del 26 % a las importaciones de China e India.
Esta tarifa aduanera se suma a los impuestos existentes, pero algunos bienes quedan exentos como el petróleo, el gas, el cobre, el oro, la plata, el platino, el paladio, la madera de construcción, los semiconductores, los productos farmacéuticos y los minerales que no se encuentran en suelo estadounidense.

La promesa de campaña de 2024 del presidente Donald Trump de arreglar la economía y bajar los precios lo ayudó a recuperar la Casa Blanca.
Pero apenas dos meses después de iniciado su segundo mandato, Trump ha convertido un tema ganador en un lastre con políticas comerciales que han sacudido el mercado bursátil y han generado preocupación entre los consumidores por el aumento de los costos y una inflación persistente.
Las importaciones de acero, aluminio y automóviles tampoco se ven afectadas, pero porque ya están sujetas a recargos del 25%.
Canadá y México, socios de Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), se hallan bajo otro régimen: 25% a los productos fuera de este acuerdo (excepto 10% a los hidrocarburos canadienses).
Trump alega que lo hace para incitarlos a combatir la migración ilegal y el tráfico de fentanilo.
El republicano redobló su apuesta por los aranceles y en la mañana del sábado prometió que su «revolución económica» producirá resultados históricos para los estadounidenses.
«MANTÉNGANSE FIRMES, no será fácil, pero el resultado final será histórico», dijo en una publicación en su plataforma Truth Social, en la que añadió que sus políticas económicas están «trayendo de regreso empleos y empresas como nunca antes».
Los nuevos aranceles “recíprocos con descuento” que Trump anunció el miércoles en una ceremonia pomposa en el Jardín de las Rosas, que incluyen un arancel del 34 por ciento a las importaciones de China , entre otros, amenazaron con intensificar las guerras comerciales, provocar una recesión y erosionar aún más la menguante confianza del público en el manejo de la economía por parte de Trump, dijeron analistas y encuestadores que hablaron con Newsweek .
“La mayor parte de los aranceles recae sobre los consumidores estadounidenses en forma de precios más altos”, afirmó Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics. La economía estadounidense se verá afectada si Trump mantiene los nuevos aranceles y otros países toman represalias imponiendo aranceles más altos a los productos estadounidenses, añadió Zandi.
“Una combinación de aranceles y represalias pesará mucho sobre la economía y en muchos escenarios podría empujarnos a una recesión”, dijo Zandi.
En un discurso indirecto desde la Casa Blanca antes de firmar la entrada en vigor de los nuevos aranceles, Trump dijo que la política pondría fin a décadas de prácticas comerciales desleales y desataría una nueva era de “independencia económica”.
“Nuestro país y sus contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años, pero eso ya no sucederá”, afirmó Trump.
Según el nuevo plan, Estados Unidos impondrá un arancel recíproco del 34 % a las importaciones procedentes de China, del 20 % a la Unión Europea , del 25 % a Corea del Sur y del 26 % a la India, entre otros países. Como parte del programa, Estados Unidos también impondrá un arancel mínimo de base del 10 % a las importaciones, según declaró Trump.
Trump también dijo que un plan previamente anunciado para imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de automóviles entrará en vigor a la medianoche del miércoles.
Sosteniendo una gráfica con las cifras, el presidente afirmó que podría haber impuesto aranceles “totalmente recíprocos”, pero optó por cobrar a otros países “aproximadamente la mitad” de sus aranceles a las exportaciones estadounidenses. No quedó claro de inmediato en qué se basaban los cálculos mostrados en la gráfica, y muchos de los niveles arancelarios enumerados parecieron surgir de la nada. La Casa Blanca no había informado a los medios de comunicación sobre los detalles del anuncio del miércoles con antelación.
Los nuevos aranceles recaudarán “billones y billones de dólares para reducir nuestros impuestos y pagar nuestra deuda nacional, y todo sucederá muy rápidamente”, dijo Trump.