El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, realizará su primer viaje a partir de la próxima semana a países centroamericanos, incluido El Salvador, con cuyo gobierno ha mostrado cercanía y simpatía por sus logros en materia de seguridad.
El jefe de la diplomacia norteamericana también incluirá a Panamá en su gira, país al que el presidente Donald Trump ha amenazado con tomar posesión del canal interoceánico.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, dijo que Rubio viajaría a Panamá, así como a Costa Rica, El Salvador, Guatemala y República Dominicana.
De acuerdo con fuentes políticas, durante su viaje, Rubio abordará tanto la gestión del Canal de Panamá, como la lucha contra la migración ilegal hacia EEUU.
Rubio, que habla perfecto español y es hijo de inmigrantes cubanos, se convirtió el pasado martes en el primer secretario de Estado hispano de la historia de Estados Unidos.
El nuevo jefe de la diplomacia estadounidense promete una “política exterior pragmática” que en el caso de América Latina se centrará en “frenar la migración masiva” y “garantizar la seguridad de las fronteras”.
Para construir un departamento de Estado “más innovador, ágil y centrado” prevé “reemplazar algunas prioridades, despriorizar algunos temas y eliminar algunas prácticas”, según un comunicado publicado este miércoles.
“Tenemos que frenar la migración masiva y garantizar la seguridad de nuestras fronteras”, afirma, en la línea con la prioridad máxima del presidente Donald Trump, que en las primeras horas de su segundo mandato firmó una avalancha de decretos, muchos de ellos para facilitar la expulsión o bloquear el acceso de los migrantes sin visa.
“Nuestras relaciones diplomáticas con otros países, particularmente en las Américas, priorizarán la seguridad de las fronteras de América, parar la migración ilegal y desestabilizadora, y negociar la repatriación de migrantes ilegales”, advirtió.
Con Marco Rubio como primer secretario de Estado hispano, América Latina estará bajo la lupa del nuevo gobierno estadounidense, estiman analistas que auguran máxima presión hacia Cuba, Venezuela y Nicaragua, así como cercanía con las “nuevas derechas” de Argentina y El Salvador.
En su calidad de senador, Rubio ha mostrado cercanía con la actual administración del presidente Nayib Bukele y simpatía por sus logros en materia de seguridad.
Por ejemplo, en marzo del año pasado, el entonces senador realizó una visita oficial de dos días a El Salvador para reunirse con el mandatario salvadoreño y funcionarios de su gobierno.
Rubio publicó un video en sus redes sociales destacando la drástica reducción de la tasa de homicidios en el país “por primera vez en décadas” y criticó a la administración de Biden por sancionar al gobierno salvadoreño y a varios de sus funcionarios, incluyéndolos en la lista Engel, por acusaciones de corrupción y violaciones a los derechos humanos.
“Tenemos un gobierno que ha decidido tratar peor a nuestros aliados que a nuestros adversarios, no tiene sentido en absoluto”, afirmó entonces.
El entoces senador norteamericano se pronunció en esa ocasión por apoyar a los “democráticos de nuestro hemisferio que están liderando la lucha contra las pandillas asesinas y criminales en Centroamérica”.