Donald Trump anunció que Kevin Marino Cabrera servirá como embajador de Estados Unidos en la República de Panamá, un papel que podría tornarse polémico en medio de las recientes tensiones entre los dos países.
“Me complace anunciar que Kevin Marino Cabrera servirá como Embajador de los Estados Unidos en la República de Panamá, un país que nos está estafando en el Canal de Panamá, mucho más allá de sus sueños más locos”, dijo Trump en una declaración desafiante el día de Navidad.
Cabrera, actualmente comisionado del condado de Miami-Dade y vicepresidente del Consorcio de Comercio Internacional, respondió al anuncio en X (anteriormente Twitter ) diciendo: “¡Gracias, presidente Trump! Me siento honrado por su nominación para servir como embajador de los EE. UU. en Panamá”.
Newsweek envió un correo electrónico a Cabrera el miércoles por la tarde para solicitarle comentarios adicionales.
La nominación de Cabrera llega en un momento tenso para las relaciones entre Estados Unidos y Panamá, en particular en lo que respecta al Canal de Panamá. Trump propuso recientemente que Estados Unidos debería recuperar el control del canal, citando las tarifas “ridículas” que se aplican a las compañías navieras y la creciente influencia de China sobre la importante vía fluvial.
“Nos están estafando en el Canal de Panamá”, dijo Trump el domingo en una conferencia de Turning Point USA en Arizona, lamentando que Estados Unidos “lo haya regalado tontamente”.
El Canal de Panamá, una vía fluvial de 82 kilómetros de longitud que se construyó a principios del siglo XX, ha sido un punto central de las relaciones entre Estados Unidos y Panamá durante décadas. Estados Unidos controló el canal hasta 1977, cuando una serie de tratados transfirieron gradualmente la autoridad a Panamá. El control total se entregó en 1999, después de un período de administración conjunta.
Trump ha aumentado las críticas a la gestión del canal por parte de Panamá, lo que ha provocado una dura reprimenda del presidente panameño, José Raúl Mulino, quien publicó el lunes un vídeo afirmando la soberanía de Panamá sobre el canal.
“Cada metro cuadrado del canal es de Panamá y seguirá siendo de nuestro país”, afirmó Mulino.
Sin mencionar directamente a Trump, Mulino defendió las operaciones del canal, explicando que las tarifas de transporte marítimo son determinadas por expertos en función de los costos operativos y la oferta y la demanda. Destacó las importantes inversiones de Panamá en la ampliación del canal para aumentar el tráfico marítimo. “Las tarifas no se fijan por capricho”, dijo. “Los aumentos de las tarifas de transporte marítimo ayudan a pagar las mejoras”.
En respuesta a la declaración de Mulino, Trump publicó en las redes sociales: “¡Ya veremos!”, acompañado de una imagen de una bandera estadounidense plantada en la zona del canal con la leyenda: “¡Bienvenidos al Canal de los Estados Unidos!”.
“No hay nada que hablar” con Trump sobre el canal de Panamá, dice el presidente Mulino
El presidente de Panamá manifestó este jueves que no negociará ningún cambio con Estados Unidos sobre el canal interoceánico.
Mulino también descartó disminuir el precio de los peajes a los buques estadounidenses en el canal y negó que China tenga injerencia en la vía interoceánica de 80 km de longitud, bajo soberanía panameña desde el 31 de diciembre de 1999.
“No existe ninguna posibilidad por este presidente de hablar nada que busque replantear la realidad jurídico-política del canal de Panamá de manos panameñas. Si por ahí viene la intención de hablar, pues no hay nada que hablar”, dijo Mulino en su conferencia de prensa semanal.
“El canal es panameño y de los panameños, ahí no hay la posibilidad de abrir ningún tipo de conversación en torno a esa realidad, que ha costado lágrimas, sudor y sangre al país”, agregó.
Al mismo tiempo, Panamá ha estado lidiando con una reducción significativa en los cruces de migrantes a través del Tapón del Darién, una peligrosa ruta selvática de 112 kilómetros que conecta América Central y América del Sur. Las autoridades panameñas informan de una disminución del 40% en los cruces este año, tras las medidas represivas en las rutas migratorias durante la administración de Mulino.