El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, despidió el martes al ministro de Defensa, Yoav Gallant, después de las diferencias públicas sobre la guerra en curso en Gaza, reemplazándolo por el ex alto diplomático Israel Katz.
La sorpresiva decisión de despedir a Gallant –un halcón en la guerra contra Hezbolá pero que también presionó por un acuerdo de cese del fuego y liberación de rehenes en Gaza– ocurre mientras los votantes eligen un nuevo presidente en Estados Unidos, el principal respaldo militar de Israel.
Netanyahu y Gallant se han enfrentado frecuentemente por la ofensiva militar de represalia de Israel contra Hamás tras el mortal ataque del grupo militante palestino a Israel el 7 de octubre del año pasado.
“En los últimos meses… la confianza se ha erosionado. A la luz de esto, decidí hoy poner fin al mandato del ministro de Defensa”, dijo un comunicado de la oficina de Netanyahu, añadiendo que había designado a Katz para ocupar su lugar.
Poco después de su nombramiento, Katz prometió “la victoria sobre nuestros enemigos y la consecución de los objetivos de la guerra”, incluida “la destrucción de Hamás en Gaza, la derrota de Hezbolá en el Líbano” y el retorno de los rehenes.
Gideon Saar, un ministro sin cartera, fue a su vez designado para sustituir a Katz como ministro de Asuntos Exteriores.
Después de ser despedido, Gallant publicó en X que la seguridad de Israel seguiría siendo la “misión” de su vida.
Netanyahu dijo que había intentado superar sus diferencias con Gallant.
“Pero las divisiones sólo se hicieron más profundas. Estas divisiones incluso llegaron a conocimiento público de una manera inusual y, lo que es peor, llegaron a ser conocidas por nuestros enemigos, quienes… obtuvieron un beneficio sustancial de ellas”, afirmó.
Gallant y Netanyahu también estaban en desacuerdo sobre la cuestión de la exención del servicio militar para los hombres ultraortodoxos.
El ministro despedido había sido un defensor clave del llamado a filas de los judíos ultraortodoxos, pero Netanyahu quería que su exención continuara, por temor a que su reclutamiento pudiera romper su gobierno de coalición de extrema derecha.
El ministro de Seguridad Nacional de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, dijo que Netanyahu “hizo bien” al destituir a Gallant.
Esta reestructuración llega en un momento crítico en las guerras de Gaza y Líbano, en el que tanto Hamás como Hezbolá están enormemente debilitados.
Jonathan Rynhold, del departamento de estudios políticos de la Universidad Bar-Ilan, declaró a AFP que Netanyahu se siente “envalentonado porque está mejorando en las encuestas”.
“También está aprovechando el hecho de que hoy se celebran las elecciones en Estados Unidos… todo el mundo está concentrado en otra cosa”, afirmó.
Aviv Bushinsky, comentarista político y ex jefe de gabinete de Netanyahu, dijo que el despido de Gallant era sólo “cuestión de tiempo”.
“Tal vez Netanyahu teme que los demócratas ganen y entonces será aún más complicado” despedir a Gallant, dijo.
“No puedo recordar ningún incidente en el que Israel Katz estuviera en oposición a Netanyahu”, afirmó.
“Además, Netanyahu cree que puede dirigir el espectáculo él solo”.
El despido de Gallant provocó protestas en Tel Aviv, donde cientos de personas corearon consignas contra Netanyahu y exigieron el regreso de los rehenes retenidos en Gaza.
El ataque de Hamás del 7 de octubre contra Israel provocó la muerte de 1.206 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP a partir de cifras oficiales israelíes.
La campaña de represalia de Israel ha matado a 43.391 personas en Gaza, la mayoría de ellas civiles, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza que las Naciones Unidas consideran fiables.
Hamás también tomó 251 rehenes en su ataque, de los cuales Israel cree que 63 personas, incluidos dos niños, siguen con vida en Gaza.
Tras el despido de Gallant, el grupo de campaña Hostages and Missing Families Forum en una declaración instó a Katz “a priorizar un acuerdo sobre los rehenes… para asegurar la liberación inmediata de todos los rehenes”.
Desde el aire y desde tierra, las fuerzas israelíes continuaron el martes su campaña en múltiples frentes contra los militantes más de un año después de que comenzara la guerra de Gaza.
Las autoridades del Líbano informaron sobre redadas en todo el país.
El Ministerio de Salud dijo que un ataque israelí en una ciudad al sur de Beirut mató a 15 personas, después de que un ataque anterior en la ciudad costera de Jiyeh matara a una persona e hiriera a 20.