El jefe del Consejo de Seguridad de Rusia acusó, durante una conferencia de seguridad realizada este miércoles en Moscú, a poderes externos de empujar a Corea del Sur y a Corea del Norte al “borde de la guerra”.
“No debemos subestimar el problema de la península coreana”, dijo Patrushev, según la agencia de noticias estatal Itar-Tass. “Se están formando nuevas líneas divisorias en la región de Asia Pacífico”. Dijo que “provocadores externos” estaban empujando a Pyongyang y Seúl hacia la guerra, pero no especificó las partes a las que se refería.
En las últimas semanas, las tensiones han aumentado en la región. Corea del Norte lanzó un fallido test de misiles balísticos, y los Estados Unidos envió un despliegue de buques de guerra a la Península Coreana. China, el único aliado de Corea del Norte, pidió calma, y el presidente chino, Xi Jinping, pidió al presidente estadounidense, Donald Trump, que se abstenga de escalar la situación. Por su parte, Trump ha pedido a China que haga más para frenar las ambiciones nucleares de Corea del Norte.
Rusia ha rescindido en gran medida su asociación de la era soviética con el régimen norcoreano. Sin embargo, el Kremlin ha comenzado a hacer sugerencias más amistosas con el país con el que comparte una frontera de 11 millas.
En la conferencia de Moscú, el ministro de Defensa ruso Sergei Shoigu dijo que Rusia buscaría fortalecer “las relaciones bilaterales en diferentes áreas”, informó la agencia de noticias estatal RIA Novosti.
“Quisiera subrayar que la principal línea de Rusia en el fortalecimiento de los lazos con Corea del Norte, alcanzada al más alto nivel [del gobierno], permanece intacta”, dijo.
A pesar de la retórica, el papel de Rusia en el fortalecimiento de los lazos bilaterales con Corea del Norte no ha sido igualado por la alianza militar. Un centro de noticias local en el extremo oriental de Rusia informó a principios de este mes que Moscú notablemente aumentó el despliegue de tanques cerca de su propia frontera con Corea del Norte.
Alexander Gabuev, analista del Centro Carnegie de Moscú, dice que tales declaraciones son en gran parte retórica, indicando que “lo único que le importa a Rusia es su prestigio” en el conflicto coreano.
“Quiere participar en el debate, pero está muy clara su limitada capacidad de influir en Corea del Norte”, dice. “La tendencia general para Rusia ha sido permitir que China tome la delantera en la política de Corea del Norte porque tiene un plan y tiene más en juego en el conflicto”.
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Publicado en cooperación con Newsweek/ Published in cooperation with Newsweek