Los ataques aéreos israelíes en el centro de Beirut el jueves mataron a 22 personas e hirieron a 117, informó el Ministerio de Salud del Líbano, lo que aumentó el viernes los temores de nuevos ataques y marcó el ataque individual más letal en el actual conflicto entre Israel y militantes de Hezbolá respaldados por Irán.
Los ataques aéreos tuvieron como blanco dos edificios residenciales en barrios separados, según un fotógrafo de Associated Press que se encontraba en el lugar. Un edificio de apartamentos quedó completamente destruido, mientras que los pisos inferiores de otro quedaron arrasados.
Los ataques aéreos en Beirut generalmente se han centrado en los suburbios del sur de la ciudad, donde Hezbolá basa gran parte de sus operaciones.
Tras los ataques, el canal de televisión Al Manar de Hezbolá informó que un intento de asesinar a Wafiq Safa, un alto funcionario de seguridad del grupo, había fracasado, ya que Safa no se encontraba dentro de ninguno de los edificios atacados.
El jueves Hezbolá siguió disparando cohetes contra Israel, lo que hizo sonar las sirenas de ataque aéreo en algunas partes del norte de Israel. El ejército israelí informó que varios drones que se dirigían hacia el país fueron interceptados.
Los ataques y contraataques entre Israel y sus enemigos han suscitado temores de una guerra total en la región, mientras Israel sigue combatiendo al grupo palestino Hamás en Gaza e intenta rescatar a decenas de rehenes tomados y aún retenidos desde el ataque del 7 de octubre del año pasado que mató a 1.139 israelíes. Más de 42.000 habitantes de Gaza han perdido la vida el año pasado a manos del ejército israelí, según el Ministerio de Salud de Gaza.
Se informa que desde la invasión terrestre del Líbano por parte de Israel en las últimas semanas, más de 1.400 libaneses han muerto y Hezbolá ha prometido continuar con sus ataques en solidaridad con los palestinos y Hamás, también un grupo militante respaldado por Irán.
Varios medios de comunicación afirman que el ejército israelí anunció el viernes que había matado a Araeb el Shoga, comandante de la unidad de misiles antitanque de las Fuerzas Radwan de Hezbolá, en la zona libanesa de Meiss El Jabal, mientras continúa la incursión terrestre de Israel en el sur del Líbano.
Según un comunicado militar, el Shoga “fue responsable de numerosos ataques con misiles antitanque en la zona de Ramot Naftali en el norte de Israel”.
Las fuerzas israelíes también informaron haber atacado un lanzador de misiles que estaba listo para disparar hacia territorio israelí, así como instalaciones de almacenamiento de armas de Hezbolá.
La ONU dice que sus fuerzas de paz fueron atacadas por Israel
En Naqoura, en el sur del Líbano, la misión de mantenimiento de la paz de la ONU (FPNUL) afirmó que su sede y posiciones “han sido atacadas repetidamente” por las fuerzas israelíes.
Según la FPNUL, un tanque israelí disparó “directamente” contra una torre de observación situada en su cuartel general y los soldados atacaron un búnker cerca del refugio de las fuerzas de paz, causando daños a vehículos y a un sistema de comunicaciones. También se informó de que se había visto un dron israelí cerca de la entrada del búnker.
El ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Antonio Tajani, confirmó que dos soldados de la FPNUL, ambos indonesios, resultaron heridos en los ataques y fueron hospitalizados.
Al menos 52 soldados salvadoreños pertenecen al Décimo Primer Contingente de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano.
Este grupo partió en la ultima semana de frebrero pasado hacia España para luego incorporarse a sus funciones en Líbano, donde ejecutan operaciones de mantenimiento de paz.
La FINUL está integrada por 10,058 cascos azules de 50 países, entre los que figura España, Argentina, Guatemala, Alemania, Francia, El Salvador e Indonesia, este último país tiene el grupo más grande de soldados.