Las autoridades de El Salvador desarticularron este sábado una red de tráfico de migrantes con destino a Estados Unidos que cobraba entre 13.000 y 16.000 dólares a sus víctimas, informó la Fiscalía General.
Miembros de la Fiscalía con apoyo de la Policía Nacional Civil realizaron una serie de operativos para “desarticular” a la banda criminal, que cobraba ese dinero “por llevar personas ilegalmente hacia los Estados Unidos”, dijo la entidad en su cuenta X.
Las autoridades emitieron seis ordenes de captura por los delitos de tráfico ilegal de personas y agrupaciones ilícitas. Entre los detenidos figura la cabecilla de la banda, Reina Pineda Guillén, mientras el resto tenían funciones como promotores y transportistas guías, según la información oficial.
#CombateAlCrimen I Esta madrugada, la @FGR_SV ejecutó #Operativo en coordinación con la @PNCSV para desarticular una red de tráfico de personas que cobraban desde 13 mil hasta más de 16 mil dólares, por llevar personas ilegalmente hacia los Estados Unidos.
Las víctimas provenían… pic.twitter.com/5uylEb1yyR
— Fiscalía General de la República El Salvador (@FGR_SV) October 5, 2024
Además, incautaron unos 45.740 dólares, así como pesos mexicanos, quetzales guatemaltecos y lempiras hondureños. También decomisaron seis vehículos y dos motocicletas, precisó la nota.
“Las víctimas provenían de los departamentos de La Libertad, San Miguel y Chalatenango” y eran llevadas a los pasos fronterizos El Poy con Honduras y Metapán con Guatemala para luego “trasladarlas por puntos ilegales hacia el extranjero”, puntualizó.
Centroamérica sirve de corredor a miles de migrantes de distintas partes del mundo que buscan llegar a Estados Unidos. Además, miles de centroamericanos se marchan de sus países para escapar de la pobreza, la falta de empleo, los bajos salarios y la violencia criminal.
Sobre el tema, El Salvador logró “avances notables” en la lucha contra la trata de personas que lo llevó a alcanzar un ascenso al Nivel 2 en el Reporte Mundial sobre Trata de Personas 2024 publicado en junio por el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Uno de los esfuerzos clave que se reconoce ha sido procesar con éxito a más sospechosos y aumentar la cantidad de investigaciones.