Más de 130 jefes de Estado y de gobierno son esperados a partir del domingo en Nueva York para el gran encuentro anual de la ONU en un mundo en llamas por las guerras de Gaza, Ucrania o Sudán y crisis humanitarias que amenazan la paz mundial.
“Desde Oriente Medio a Sudán, Ucrania o en otras partes, vemos las balas y las bombas mutilar y matar, los cuerpos que se amontonan, poblaciones traumatizadas, edificios en ruinas”, denunció recientemente el secretario general Antonio Guterres, anfitrión de la semana de alto nivel de la ONU.
Pese a su temor a una escalada regional de la guerra en Gaza, del riesgo nuclear con la invasión rusa de Ucrania y las divisiones de las grandes potencias, el mundo puede “evitar ir hacia una tercera guerra mundial”, dijo esperanzado Guterres.
Este encuentro “no podría producirse en un momento más crítico”, comentó por su parte la embajadora estadounidense ante la ONU Linda Thomas-Greenfield, recordando la larga lista de conflictos, violencia y crisis humanitarias que asolan a Gaza, Ucrania, Sudán, Haití, Birmania o Venezuela.
“Ante todos estos desafíos, es fácil caer en el cinismo, abandonar la esperanza y renunciar a la democracia, pero no nos lo podemos permitir”, insistió.
No obstante, es improbable que este baile diplomático produzca resultados concretos para los millones de civiles que pagan el alto precio de los conflictos y los atropellos de las libertades fundamentales y las desigualdades.
Gaza, el conflicto prominente
Con la llegada anunciada del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, pero también del nuevo presidente iraní Masud Pezeshkian, “Gaza será el más prominente de estos conflictos en los discursos. Casi todos los dirigentes harán referencia a la necesidad de un alto el fuego”, comentó Richard Gowan, del instituto de reflexión International Crisis Group, aunque eso “no cambiará nada en el terreno”.
El ataque sin precedentes de los comandos de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre de 2023, que causó la muerte de 1,205 personas, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP con cifras oficiales israelíes, provocó una respuesta militar de Israel que deja más de 41,000 palestinos muertos, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza.
Los temores a que se extienda el conflicto al Líbano se han amplificado tras la serie de explosiones de aparatos de comunicación en bastiones del Hezbolá, milicia apoyada por Irán y aliado de Hamás, atribuidos a Israel.
Las ausencias más notables, ya habituales, son las de los presidentes ruso, chino, cubano, mexicano y probablemente venezolano.
“Atraer los proyectores”
Aunque desde el domingo, con el inicio de la Cumbre del Futuro, de dos días, proliferarán reuniones de todo tipo, la apertura de la Asamblea General tendrá lugar el martes con el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, seguido por su homólogo estadounidense Joe Biden.
Otros mandatarios desfilarán en la tribuna de la ONU siguiendo el orden alfabético de sus países, como el español Pedro Sánchez, el indio Narendra Modi, o el ucraniano Volodímir Zelenski, que de ser la gran estrella el año pasado, en esta ocasión luchará por “atraer los proyectores”, según un diplomático.
La presencia en Nueva York de representantes de todos los países propicia una actividad frenética de encuentros bilaterales y reuniones sectoriales para abordar temas de la relevancia internacional, mientras que las ONG realizan reuniones paralelas para promover su agenda, en particular la del clima.
Una de esas reuniones analizará la situación de Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro fue proclamado como reelecto en los comicios del 28 de julio, un resultado que la oposición denunció como fraudulento. El candidato opositor Edmundo González Urrutia se encuentra ahora exiliado en España.
Brasil y España, junto con una veintena de líderes, analizarán asimismo los riesgos de los extremismos y de la desinformación para las democracias y la paz mundial.
G20 abierto
Asimismo, por primera vez en la historia, se realizará una reunión del G20, el grupo de países más desarrollados, presididos por Brasil, en el marco de la ONU, que estará abierta a todos sus miembros.
En la agenda tampoco falta la reforma del Consejo de Seguridad para ampliar el número de miembros y el fortalecimiento del multilateralismo y la arquitectura financiera internacional para mejor servir a los objetivos de desarrollo de los países y hacer frente a las amenazas y desafíos del siglo XXI, como la lucha contra el cambio climático, el desarme o el desarrollo de la Inteligencia Artificial.