Al menos ocho personas murieron y más de 2.700 resultaron heridas el martes en Líbano cuando los bíperes de miembros de Hezbolá en todo el país explotaron simultáneamente, en una acción que el movimiento islamista atribuyó a Israel.
El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, indicó que “ocho personas murieron y unas 2.750 resultaron heridas” en la explosión de bíperes, o buscapersonas, pertenecientes a miembros del movimiento islamista respaldado por Irán.
Según el ministro, la mayoría de las víctimas presentan heridas “en el rostro, en la mano, en el vientre e incluso en los ojos”.
El Hezbolá indicó que entre los fallecidos figuran dos de sus miembros y una niña de 10 años.
Entre los heridos se encuentra el embajador de Irán en Beirut, Mojtaba Amani, informó la televisión de la República Islámica, añadiendo que el diplomático se hallaba fuera de peligro.
Los bíperes o buscapersonas son aparatos de mensajería y localización de pequeño tamaño que no necesitan tarjeta SIM ni conexión a internet.
Las explosiones se produjeron pocas horas después de que Israel anunciara que extiende a su frontera con Líbano los objetivos de la guerra, hasta ahora centrada en la lucha contra el movimiento islamista palestino Hamás en la Franja de Gaza.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, desencadenada el 7 de octubre de 2023 por una letal incursión de comandos de Hamás en el sur de Israel, la frontera con Líbano se ha convertido en escenario de duelos de artillería casi diarios el ejército israelí y Hezbolá, aliado de Hamás, que han obligado a decenas de miles de civiles de ambos países a desplazarse.
El Hezbolá acusa a Israel
“El enemigo israelí es plenamente responsable de esta agresión criminal” y “recibirá sin ninguna duda su justo castigo”, afirmó el Hezbolá en un comunicado.
Una fuente cercana al Hezbolá dijo que “cientos de miembros” del movimiento “habían resultado heridos por la explosión simultánea de sus buscapersonas”, tanto en los suburbios del sur de Beirut como en el sur de Líbano y en el valle oriental de la Becá.
Un periodista de AFP en esa región vio numerosos heridos en los hospitales. Otro periodista en la ciudad de Saida, en el sur, informó de la llegada de decenas de ambulancias a los hospitales.
“Acción militar”
Israel anunció su decisión de extender los objetivos de la guerra a la frontera con Líbano para permitir el regreso de los desplazados.
Hasta ahora la prioridad de Israel era la guerra en Gaza y la destrucción de Hamás, en el poder desde 2007 en el territorio palestino, así como regreso de los rehenes secuestrados durante el ataque del 7 de octubre.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, fue incluso más lejos y aseguró que la “acción militar” contra Hezbolá es “la única forma de garantizar el regreso de los habitantes del norte de Israel a sus hogares”, según expresó a Amos Hochstein, un enviado estadounidense que vistió Israel.
El jefe d ela diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viajará a Egipto el miércoles para hablar sobre una nueva propuesta de alto el fuego en Gaza y de liberación de los rehenes, indicó el Departamento de Estado.
En el ataque del 7 de octubre, los comandos islamistas mataron a 1.205 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un recuento de la AFP hecho a partir datos oficiales israelíes.
De los 251 secuestrados durante la incursión islamista, 97 siguen cautivos en Gaza, aunque 33 de ellos fueron declarados muertos por el ejército israelí.
Los bombardeos y operaciones terrestres israelíes destruyeron el enclave y provocaron la muerte de al menos 41.252 palestinos, en su mayoría mujeres, adolescentes y niños, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en el territorio.